NaturalMente4

9 n atural mente 4 ç sumario A finales del siglo XVII la isla Mauricio, un pequeño pedazo de paraíso perdido en el Océano Índico, fue testigo de la extinción de uno de sus habitantes endémicos, el dodo, paradigma de la extinción provocada por el ser humano. Ya conocida por los marineros árabes y malasios en el siglo X, la tran- quilidad de esta isla y su fauna se vio alterada en el siglo XVI cuando fue, primero descubierta por los marineros portugueses, y después coloniza- da por los holandeses.Quién le iba a decir al pobre dodo, al que Linneo dio el nombre de Didus ineptus , que poco más de un siglo después de la llegada de estos intrusos su presencia en la isla, y con ella una información biológica úni- ca e irrepetible acumulada lenta- mente a lo largo de generaciones, iba a desapare- cer para siempre. A partir de ese momento, lo único que nos ha quedado de esta enigmática criatura son los dibujos realizados por los que fueron testigos de su existencia y algunos restos óseos, a partir de los cuales se han realizado montajes de lo que pudo ser esta ave. Pertenecientes al orden de los Columbiformes (orden al que también pertencen las palomas),los dodos eran terrestres, medían aproximada- mente un metro de altura y su pico era largo y con una punta en for- ma de garfio, probablemente para romper las cortezas de los frutos del Tambalacoque - Sideroxylon grandiflorum - , conocido también como el Tres fragmentos de escayola bajo el nombre científico de Raphus culullatus . Eso es lo único que encontraremos de esta ave cuando visitemos el Museo ¡Y sin embargo, cuánta historia encierran! “Estas aves, sin depredadores naturales, habían perdido la capacidad de vuelo y carecían de miedo a nuevas amenazas, pues en su larga historia evolutiva no lo habían necesitado” Foto Alicia Maravillas: Ilustración original de Alice’s Adventures inWonderland , de JohnTen- niel, 1865.

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