NaturalMente5

76 n atural mente 5 ç sumario En él se relatan las tres expediciones científi- cas al Coto de Doñana (de 1952, 1956 y 1957) que fueron punto de encuentro de prestigiosos conservacionistas y ornitólogos, que pronto jugarían un papel de una importancia vital en la formación de la asociación conservacionista World Wildlife Found (WWF hoy World Wil- dlife Found for Nature) y en la posterior de- claración de este Parque Nacional. Estos eran: Julian S. Huxley, Max Nicholson, P.A. D. Hollom, Mauricio González-Gordón Díez, José Antonio Valverde, que oficiaba de guía experto, y el pro- pio Guy Mountfort entre otros protagonistas. Poco después, en 1960, es Valverde quién pu- blicaría Vertebrados de las Marismas del Gua- dalquivir, primer acercamiento científico serio a la biodiversidad de la fauna vertebrada de tan notable entorno.Valverde, con este y otros es- tudios posteriores más rigurosos y junto con su inquebrantable voluntad por conseguir fon- dos y apoyos extranjeros, lograría que en 1963 se protegieran las primeras 6.794 hectáreas, lo que actualmente conocemos como Espacio Natural de Doñana y como consecuencia, en enero de 1965, se creara la Estación Biológi- ca (EBD) como instituto de investigación del CSIC. Su resonancia internacional fue tan grande que quedó reflejada en un éxito comercial sin precedentes, con decenas de miles de ejem- plares vendidos en todo el mundo (existe otra edición británica de 1968, la de David & Charles Publisher y una edición simultanea a la primera, pero destinada al mercado americano titulada Wild Paradise: The Story of the Ornitho- logical Expeditions to the Coto Doñana de la edi- torial Houghton Mifflin Harcourt de Boston. La edición traducida al castellano es de 1994, Retrato de una tierra salvaje, menos agraciada y ya lamentablemente inencontrable, corrió a cargo del Patronato del Parque Nacional de Doñana). Un éxito basado en el estilo depuradamente sencillo y elegante, descriptivo pero vibrante, con acertado planteamiento científico pero cargado de la admiración romántica, en la tra- dición de los libros de los viajeros británicos, naturalistas y cazadores por la ignota España, concretamenteAbel Chapman yWalter J. Buck, publicados a finales del siglo XIX y a comien- zos del XX ( Wild Spain, en 1899 y Unexplored Spain , en 1910). Los animales y las personas son analizados y descritos con precisión, así como sus usos y costumbres, pero con mirada de respeto y admiración. No veían el humedal insalubre que había que desecar. Ellos vieron lo que otros no veían en su tiempo y el lector actual, incluso el ajeno y desconocedor de ese paraje único, puede ver ahora a través de estas páginas la inmensa explosión de vida y belle- za, y la singularidad que contiene Doñana e imaginar lo que se dejó de ver hace ya mucho tiempo. Para eso sirven los buenos libros, los libros eternos. Américo Cerqueira La Tienda del Museo de Ciencias Algunos de sus retratos de aves, documentos gráficos de primer orden, se han convertido en iconos fotográficos a fuerza de repetirse en la publicidad turística y en el imaginario de la zona. La que tengo en la tienda, y hoy les ofrez- co, es la vetusta primera edición, publicada en Londres por Hutchinson & Co. Ltd. en 1958, con una introducción a cargo del mariscal de campo,Vizconde Alanbrooke que también asis- tió a alguna de las tres Doñana Expeditions. La obra original es un precioso y recio libro de 240 páginas de texto en inglés de equilibradas proporciones, ejecutado con primor por ver- daderos profesionales del mundo de la edi- ción, cuando un editor se permitía indicar, en las páginas de respeto, la excelencia del papel empleado y la tipografía usada (en este caso una elegante Bembo de cuerpo trece, magis- tralmente compuesta) no por pedantería, sino para informar al lector del esfuerzo y del co- nocimiento artesanal que requiere “editar “un texto con todos sus elementos en juego, bien armados y buscando la legibilidad, la duración y la belleza como objetivos. Nunca me cansaré de repetir la necesidad de promover y comprar buenos libros y de despreciar las chapuzas de advenedizos más propias de folletos comer- ciales que de nobles trasmisores del conoci- miento. Es por eso que los ejemplares de esta edición, que aun se encuentran en el mercado de coleccionistas (no menudean, pero no son infrecuentes) gozan de perfecta salud a pesar de sus 57 años de edad recién cumplidos.

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