NaturalMente9
40 n atural mente 9 ç sumario Para recibir un correo electrónico cuando salga el próximo número o darnos tu oinión escríbenos a naturalmente@mncn.csic.es parse con lobos y acabar matando varios ejem- plares en una sola mañana. Además, igual que cuando se cazan corzos, los cazadores buscan el mayor trofeo, la presa más grande que suele ser el macho alfa de una manada. Al desapa- recer uno de los líderes del grupo la manada queda desestructurada y las posibilidades de El hombre como su- perdepredador Hay áreas de la Península en las que hay tal can- tidad de ciervos que incluso en los P a r - q u e s N a - c i o - na l e s se pro- g r a m a n batidas de caza para reducir su nú- mero. Son lugares en los que ya no quedan lobos que regulen el crecimiento desmedido de estas pobla- ciones y es el hombre quien asume ese papel, es el hom- bre quien actúa como super- depredador del ecosistema y al hacerlo introduce intereses que estropean la ecuación. Igual que le ocurre a especies como el lince ib érico, los lobos se enfrentan al problema de la re ducción de su variabilidad genética. Se calcula qu e alrededor de los años 60 las poblaciones de lobo ibérico descendieron tanto que alcan- za ron la si tuación de cuello de botella . Si dismi- nu yen su área de distribución y el tamaño de su s poblaciones la supervivencia de este animal im prescindible para mantener la salud de nues- tr os ecosistemas es más que improbable. Sin embargo, pese a que goza del máximo ni vel de protección según la normativa de la U nión Europea, en cada región se aplican unas no rmas diferentes para la gestión del lobo. M ientras en Portugal está estrictamente prote- gi do, al cruzar la frontera pueden cazarlo. La ley so bre patrimonio Natural y de la Biodiversidad 20 07 cataloga al lobo como “especie de inte- ré s comunitario que requiere una protección es tricta”, pero en el anexo cinco de esa misma le y excluye a los lobos que viven al norte del río D uero. En 2015 la Junta de Castilla y León esta- bl eció que entre septiembre de 2015 y febrero de 2016 se podían cazar un total d e 143 lobos de las áreas cinegéticas de la comunidad situa- da s al norte del río Duero. Esta regulación no tiene en cuenta ni el furtivismo, ni la estructura social de las manadas, ni el problema genético al que se enfrenta la especie ni el número real de individuos vivos, ya que no se dispone de un censo contrastado. Los cupos tampoco tienen en cuenta que en una misma batida varios cazadores pueden to- “Para mantener un ecosistema y las especies que lo habitan, la caza no debería ser una herramienta de conservación sino que la gestión debería estar encaminada proteger los espacios naturales de manera integral” “Cuando el hombre actúa como superdepredador del ecosistema introduce intereses que estropean la ecuación” Imagen nocturna de un lobo obtenida mediante foto- trampeo./ Fernando Palacios
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy ODk0OTk=