NaturalMente9

41 n atural mente 9 ç sumario Para recibir un correo electrónico cuando salga el próximo número o darnos tu oinión escríbenos a naturalmente@mncn.csic.es sobrevivir de todos sus miembros se reducen considerablemente. Para mantener un ecosistema y las especies que lo habitan, la caza no debería ser una he- rramienta de conservación sino que la gestión debería estar encaminada proteger los espacios naturales de manera integral, protegiendo a las especies y su equilibrio natural, es decir, dejar que creciera una cobertura vegetal natural que albergara herbívoros de varios tamaños con lo- bos que regularan sus poblaciones, pero lo que se está haciendo es convertir al ser humano en el depredador de los grandes herbívoros y, la- mentablemente, también del lobo. ¿Cuántos lobos quedan? Canis lupus signatus es una especie emble- mática de la península ibérica y, sin embargo, nadie sabe cuántos ejemplares sobreviven en nuestras montañas. Para proteger un hábitat el primer paso es conocerlo pero las cifras que se manejan sobre el lobo están en entre- dicho. El último censo elaborado por la Junta de Castilla y León entre 2012 y 2013 arrojó un resultado de 179 manadas en esa comu- nidad. La administración calcula que cada grupo de lobos detectado está compuesto por entre 9 y 10 miembros pero según los datos científi- cos las manadas d e lobos en la Península raramente llegan a tener 6. Esta dife- rencia en las cifr as hace suponer que los resultados de l censo son excesi- vamente optimist as sobre el aumen- to del número d e lobos en la última década. Se da tam bién la paradoja de que los encargad os de elaborar los censos de lobos s on los mismos que establecen los cu pos de caza, docu- mentan los ataqu es y se enfrentan a los ganaderos si han perdido reses, con el consiguen te desgaste político. Por eso han surgi do voces que denun- cian la manipulaci ón de las cifras. Hay una iniciati va liderada por el in- vestigador del MNCN Fernando Pa la- cios, que propon e, igual que se hace con “Si desparece uno de los líderes del grupo la manada queda desestructurada y las posibilidades de sobrevivir de todos sus miembros se reducen considerablemente” otras muchas especies, elaborar un censo independiente con la colaboración ciudada- na y de los actores implicados que quieran participar. El objetivo del censo no es solo contar el nú- mero de lobos que habitan nuestras montañas, sino analizar el estado natural de los hábitats que todavía recorren un puñado de lobos y otros hábitats en los que, la mejor noticia para la conservación de la biodiversi- dad, sería que los volvieran a recorrer n “El tem or al lobo está grabad o en el ADN de nuestr a sociedad. Son protago nista de nuestras pesadill as infantiles, un ‘san Benit o’ del que es difícil d espojarse”

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