NaturalMente17

11 n atural mente 17 ç sumario www.naturalmentemncn.org Para recibir un correo electrónico cuando salga el próximo número o darnos tu opinión escríbenos a naturalmente@mncn.csic.es sión y movimientos en el agua así como en los campos eléctricos. Los datos también indican que menos de 10 personas mueren anualmente en el mundo por ataque de tiburón, una cifra ridícula y muy ale- jada de las que arrojan amenazas reales para el ser humano. La cifra es aún más insignificante en el caso del lobo, ya que los ataques a humanos brillan por su ausencia. Parece por tanto que po- demos estar tranquilos en tierra y mar respecto a estos depredadores. Pero si hay algo que puede complementar el conocimiento y la ciencia es la experiencia per- sonal, y es aquí donde trato de hacer mi peque- ña aportación. He tenido la inmensa fortuna de estar frente a estas dos especies en numerosas ocasiones. Como buceador deportivo he esta- do en contacto con varias especies de tiburón, y entre ellas las que se suponen más temibles, aquellas dotadas de verdadera mala prensa, el toro, el tigre y el gran blanco. Excepto con el ti- burón blanco, donde siguiendo la normativa me sumergía en una jaula, siempre he buceado sin ninguna protección. También he interaccionado con lobos ibéricos en los centros de educación ambiental CEA La Dehesa y Cañada Real , don- de están tomadas las fotos de la exposición. En ambos casos, y siempre con la precaución como aliada, el miedo no llegó a estar presente, siendo anulado por un gran respeto y admiración por estas fascinantes criaturas, un profundo respeto que bien podría llamarse devoción. Ver el porte y la elegancia del tiburón blanco, el depredador perfecto, en medio del gran azul, su poderosa y a la vez gentil presencia en las aguas de Isla Guada- lupe (México), compartir sus dominios pese a ser un intruso en su medio…, no podían sino dejar una huella indeleble en mí. ¿Y qué decir del lobo, con quien además ya hemos visto que existe una natural cercanía? Los mitos dicen que el lobo puede paralizar con la mirada. De hacerlo, es por la fascinación de estar frente a un ser que no solo te la devuelve, sino que te traspasa con ella. Se diría que la Naturaleza quiere exhibirse con sus mejores galas a través de los ojos del lobo... Estas vivencias fueron una verdadera sacudida para mi consciencia y mi conciencia, teniendo el mismo impacto que un sonoro bofetón en quien está adormecido. Pero tras la luz de estas expe- riencias se proyecta una gran sombra... La sombra del progresivo declive de estas dos especies y de sus hábitats por causa humana, la sombra de se- guir siendo injustamente tratadas por gran parte de la sociedad. Lobos y tiburones, por primera vez en la historia, son incapaces de adaptarse a los cambios en su medio, unos cambios drásticos y destructivos: la aniquilación de sus hábitats y su persecución. Aproximadamente 100 millones de tiburones mueren anualmente por causa humana (principalmente por sus aletas para la sopa de aleta de tiburón, las cuales muy frecuentemen- te les son cercenadas con vida para después ser devueltos al océano donde mueren agónicamen- te). El lobo, quien una vez dominó el hemisferio norte del planeta, ve como ahora sus territorios y poblaciones se ven cada vez más reducidos, pa- sando de ser nuestro aliado a nuestra víctima. “Los perros son descendientes directos de los lobos. No parece razonable pensar que nuestro fiel amigo provenga de un animal tildado de sanguinario e incluso demoníaco” Algunas de las imágenes que componen la exposición

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