NaturalMente18
57 n atural mente 18 ç sumario www.naturalmentemncn.org Para recibir un correo electrónico cuando salga el próximo número o darnos tu opinión escríbenos a naturalmente@mncn.csic.es Aunque lamentablmente solo ocurrió en algunos países de Europa, durante la Ilustración muchas mujeres alcanzaron parte del protagonismo que tradicionalmente se les negaba. Además de su relevancia en los salones ilustrados, en esta época también destacaron muchas científicas que trabajaron en especialidades que van desde las matemáticas o la física a la historia natural, la astronomía o la química. El siglo XVIII fue en muchos aspectos un mo- mento estelar para la mujer en algunos de los países más avanzados de Europa. Las mujeres al- canzaron un protagonismo absoluto en los salo- nes ilustrados de Francia, herederos -si bien con sus propias características- de los del siglo XVII. Dirigidos por ellas, los salones fueron espacios privilegiados de sociabilidad y de cultura que tu- vieron una inmensa influencia en la formación del lenguaje culto y en la difusión de géneros lite- rarios como la novela, la literatura epistolar o las máximas. En el siglo XVIII los más renombrados se convirtieron, además, en centros de divulga- ción de los principios de los enciclopedistas y foros de debate de las nuevas ideas filosóficas, artísticas y científicas. El salón de la marquesa de Lambert, por ejemplo, fue considerado por muchos como la antesala de la Academia, por su peso a la hora de influir en el nombramiento de miembros de la Academia Francesa: un ejemplo de ello fue Montesquieu. Otro muy famoso, el de madame de Tencin, se llamó “la oficina de la mente” y para muchos diplomáticos franceses la asistencia a sus sesiones era considerada una excelente escuela para el futuro ejercicio de su actividad. Esta época destacó también por la cantidad de mujeres que sobresalieron en las diversas ramas de la ciencia, desde las matemáticas o la física a la historia natural, la astronomía y la química. Al contrario que algunas de las pintoras más famo- sas de ese siglo, como Elisabeth Vigée-Lebrun o Angelica Kauffmann, nacidas en el seno de fami- lias humildes, la mayoría de estas mujeres eran de clase alta y tuvieron una educación liberal muy completa para su tiempo. Ésta compren- día la formación tanto en disciplinas científicas como en humanidades, que tradicionalmente ha- bían sido parte integral de la educación femeni- na en las clases acomodadas. En muchos casos contaron con el apoyo de sus familias y esposos, que fueron sus más estrechos colaboradores. Una característica repetida en todas ellas fue su gran laboriosidad y profunda dedicación con la que se entregaron al cultivo de la ciencia. Otras, como las matemáticas italianas Laura Bassi y Maria Gaetana Agnesi, gozaron de general reco- nocimiento y sus obras tuvieron gran difusión. Algunas, como la doctora Erxleben, abogaron en sus escritos por una educación igualitaria para hombres y mujeres y reclamaron su derecho a dedicarse a la ciencia. El fantástico ciclo de los lepidópteros: una entomóloga en Surinam El siglo XVIII fue una época de cultivo intenso de la historia natural. La b o t á n i c a gozó de una popularidad generalizada y, ya media- do el siglo, también la entomolo- gía se im- puso en el interés de todo aquél que se con- siderase un ilustrado. A ello contribuyó una mujer ale- mana, considerada hoy pionera indiscutible de esta ciencia: Maria Sybilla Merian (1647- 1717) sobre la que ya hablamos en Natural- Mente 16 . Su trabajo estuvo durante mucho tiempo sumido en el olvido pero a finales del siglo pasado se redescubrió y desde en- tonces su prestigio, como científica y como artista, no ha parado de crecer. Una de las maravillosas láminas del libro de Merian Metamorfosis de los insectos del Surinam (1705), donde reunía las observaciones realizadas por ella en el interior de la Guayana holandesa.
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