NaturalMente 21

23 n atural mente 21 ç sumario www.naturalmentemncn.org Para recibir un correo electrónico cuando salga el próximo número o darnos tu opinión escríbenos a naturalmente@mncn.csic.es 116 distintos, se engendraron en el núcleo de las estrellas, en las explosiones de las supernovas y, mucho más recientemente, entre las paredes de un laboratorio. No obstante, el enorme hito que supuso el átomo tampoco fue suficiente para que el universo alcanzase el equilibrio que, todavía hoy, está buscando. Es cierto que seis de sus criaturas, los famosos gases nobles (elementos químicos inertes como el helio o el argón), poseen átomos estables, pero no sucede así con la inmensa mayoría de sus com- pañeros en la tabla periódica. Los átomos tratan de encontrar el equilibrio imitando a los gases nobles, de modo similar a un niño que repite el comportamiento de sus progenitores para con- vertirse en adulto. Y como la estabilidad de un átomo se encuentra vinculada a la disposición que adquieren los electrones en la corteza, los átomos inestables deben jugar con estas indivisibles y ne- gativas partículas subatómicas hasta mimetizar a los gases nobles.Así, los átomos trapichean entre ellos con sus electrones: unas veces los regalan, otras los aceptan, si no queda más remedio los comparten, o, simplemente, se deshacen de ellos. Esta estrategia permite a los átomos ganar o per- der los electrones que necesitan para encontrar el equilibrio; pero el trajín que se han traído no les sale del todo gratis: al jugar con sus electrones, los átomos pierden su independencia y quedan uni- dos unos a otros formando las moléculas. Las moléculas constituyen respecto a los áto- mos un grado mayor de complejidad de la ma- teria, ya que están formadas por la unión de dos o más átomos, pero de ningún modo podemos asociar indisolublemente la formación de las mo- léculas con la aparición de la vida. Básicamente por el hecho de que existen infinidad de molécu- las diferentes, y solo una pequeña (aunque gigan- tesca) parte de ellas aparecen vinculadas a la vida. ¿Qué características especiales debe poseer una molécula para aparecer de forma exclusiva en los seres vivos? Bueno, pues tengo que reco- nocer que desconozco la importancia del tamaño en otros ámbitos y bajo otras circunstancias, pero Células vegetales vistas al micoscopio en el caso de las moléculas que sustentan la vida el tamaño es un factor que resulta clave. Las mo- léculas cuya exclusividad detentan los seres vivos se caracterizan por su gran tamaño: son molécu- las gigantes formadas por una enorme cantidad de átomos.Y resulta que en este universo solo existe un elemento químico que, como consecuencia de la competencia que posee para establecer largas cadenas, tenga la habilidad de formar moléculas gigantescas: el átomo de carbono. La química del carbono es la química de la vida: el átomo de carbono con cuatro valencias, que actúan a modo de un número idéntico de imagi- narios brazos, puede aferrarse a otros átomos de carbono, que a su vez atraparán diferentes áto- mos de hidrógeno, oxígeno, nitrógeno, fósforo… Múltiples combinaciones de átomos, construidas siempre sobre un esqueleto carbonado, que en- gendran la enorme variedad de moléculas que Células de tejido animal vistas al microscopio La glucosa que en este preciso momento está utilizando alguna de las células de tu cerebro no tiene nada de especial; es la misma que, como tantas otras, fabricó alguna planta mediante la fotosíntesis.

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