NaturalMente 22

34 n atural mente 22 ç sumario Suscríbete Consulta aquí todos los números de NaturalMente Cuando el boto seduce a una mujer, la acom- paña al río donde ambos pasan la noche juntos. Al amanecer el joven galán desaparece dejándola sola.A veces al cabo de 9 meses nace una criatu- ra que todos atribuyen al Boto y a la que apodan con ese nombre. Pero no es este el único relato que gira en tor- no a esta especie. El misterio del Boto es la tra- ducción del cuento O mistério do boto , del libro Lendas e Mitos do Brasil de Theobaldo Miranda Santos (1904-1971), importante pedagogo y edu- cador brasileño. Para los indios de la Amazonia Uauiara, el dios de los ríos y protector de los peces, se presenta en forma de un boto y cuando descubre una in- dia joven y bonita se transforma en un bello ra- paz y procura acercarse a ella entonando lindas canciones. Dicen que una hermosa india se casó con un desconocido guerrero y tuvieron un hijo. Un día ella notó que su marido tenía una cola de pez escondida bajo un tanga de plumas. Sintió curiosidad y le preguntó: ¿Por qué llevas esa cosa tan fea? Esto es lo que le falta a las personas que se ahogan, respondió el indio irritado. Diciendo estas palabras salió de la palloza donde vivían y nunca más volvió. La india estaba desesperada. Pasaba los días y las noches a la vera del río, llorando y lamen- tándose de su triste suerte. Llevaba siempre a cuestas a su pequeño hijo. Hubo un día en que sus lágrimas fueron tan abundantes que llena- ron el río y lo hicieron desbordar. Las aguas crecieron y crecieron, arrastrando a la india y a su hijo. A la mañana siguiente los indios que pescaban vieron con espanto a un boto empujando hacia la orilla del río dos cuerpos. Era el guerrero desco- nocido que devolvía a la tribu los cadáveres de su esposa y de su hijo. Desde entonces se dice que los Botos adquirieron la costumbre de empujar a las orillas de ríos y arroyos los cadáveres de las personas ahogadas. La leyenda y la mitología forman parte de nuestra cultura desde tiempos inmemoriales. La ciencia, que es todo lo contrario, trabaja desde la realidad de los datos para descubrir cómo funcionan los ecosistemas o para trabajar por la conservación de las especies. En el caso del delfín rosado, si bien es cierto que quizás su aura mitológica lo ha ido salvando de la caza indiscri- minada, hoy en día está en peligro de extinción y es en la ciencia donde hay que poner todos los esfuerzos para lograr que su conservación sea efectiva y que sigamos conviviendo con esta emblemática especie n “Se cree que estos delfines penetraron en las cuencas sudamericanas cuando estas zonas aún estaban inundadas por el océano; al retirarse éste, se adaptaron a la vida en el agua dulce” Delfin rosa bajo el agua / Oceancetaceen Orinoco Delfín rosa mostrando su boca abierta. / Jorge Andrade

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