NaturalMente 22

45 n atural mente 22 ç sumario Suscríbete Consulta aquí todos los números de NaturalMente Estamos en plena conmemoración del viaje que emprendió el marino portugués Fernando de Magallanes y finalizó el español Juan Sebastián Elcano hace cinco siglos. Una gesta náutica que demostró la esfericidad de la Tierra y marcó un hito en la Era de los Descubrimientos geográficos. En el cuaderno de Antonio Pigafetta, cronista oficial de la expedición, estaban plasmados apuntes sobre accidentes geográficos, nuevas bahías y estrechos, pueblos desconocidos, etc. Pero hay algo más: descripciones de nuevas especies animales que, hasta entonces, sólo existían en la mente de los más imaginativos. Fauna oceánica Cuando las cinco naves capitaneadas por Ma- gallanes partieron del puerto de Sevilla el 10 de agosto de 1519 pocos podían aventurar las difi- cultades que encontrarían en su viaje. La singla- dura que siguieron las naves estuvo repleta de fenómenos metereológicos adversos como fuer- tes tempestades y vientos. La primera escala del viaje tuvo lugar en las islas Canarias (Tenerife) y una vez la expedición se adentró en el Océano Atlántico fue cuando la fauna oceánica empezó a mostrarse. A la altura del archipiélago de Cabo Verde, junto a las costas de África occidental, en el diario de Pigafetta podemos leer comentarios como éste: “hay peces voladores, y otros pesca- dos apiñados en tan grande cantidad que pare- cían formar una isla en el mar” 1 . La característica más llamativa de estos pequeños peces (miden apenas unos 30 cm.) son sus aletas pectorales que les permiten planear sobre la superficie del agua. Los peces voladores alcanzan velocidades en el aire de hasta 50 km/h y esta marca es po- sible gracias al rápido batir de sus aletas (unas 50 veces por segundo). terribles y si por desgracia encuentran un hom- bre en el mar, le devoran en el acto.” Mucho se ha escrito (y exagerado) sobre los tiburones en los viajes marinos pero es inevitable compren- der el halo de terror que despertaban entre los marinos la aleta dorsal de un escualo surcando el mar. Ni que decir tiene que en caso de naufragio “La primera escala del viaje tuvo lugar en las islas Canarias (Tenerife) y fue una vez que la expedición se adentró en el Océano Atlántico cuando la fauna oceánica empezó a mostrarse” Cuando el mal tiempo amainaba los tripulan- tes observaron a unos vecinos oceánicos bastan- te conocidos y temidos: los tiburones. Pigafetta apuntó en su diario los siguiente: “Durante los días serenos y de calmo, unos peces grandes a los que llaman tiburones nadaban cerca de nuestro navío. Estos peces tienen varias hileras de dientes Ejemplar de tiburón toro. Acuario de Zoomarine. Guía (Portugal) Archivo del autor 1 Las referencias a la crónica de A.Pigafetta (1480-1534), están señaladas en cursiva en el texto, y extraídas de “La Primera Vuelta al Mundo”. Ediciones Polifemo (coedición con Ediciones Miragua- no).2018.

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