NaturalMente 23

62 n atural mente 23 ç sumario Suscríbete Consulta aquí todos los números de NaturalMente No sabemos cuántas especies de anfibios han desaparecido de La Planada para siempre, pero cualquiera que sea el cambio cualitativo en la composición de especies, va acompañado de cambios cuantitativos muy graves también. Las abundancias de las especies aún presentes en La Planada se han desplomado en general. La noche que más éxito tuvimos, no una persona sola en 50 metros de transecto, sino cuatro personas en dos kilómetros, vimos tan solo nueve ranas de cuatro especies, patrón que se mantuvo durante nuestra breve estancia y que parece ser la tónica actual, según los pobladores locales. Buscando la evidencia Sabemos casi a ciencia cierta quién es el culpa- ble de esta catástrofe y de otras que ya hemos documentado: Batrachochytrium dendrobatidis (Bd), el maldito hongo quítrido que parasita a los anfibios, interfiriendo en el metabolismo de su piel. No lo hemos comprobado aún, pero para eso tomamos muestras de piel de ejemplares en la colección de la Universidad de Nariño y, días después, cientos de kilómetros más al norte, en el Instituto von Humboldt, en la preciosa loca- lidad de Villa de Leyva, en el departamento de Boyacá. Trataremos así de determinar, mediante análisis posteriores de ADN, en qué momento la quitridiomicosis —enfermedad producida por Bd— llegó a La Planada, y poder así entender mejor el fenómeno de la extinción y declive de los anfibios andinos en general. Esto es impor- tante, pues en un estudio reciente llevado a cabo por científicos de 41 países hemos concluido que al menos 90 especies de anfibios han desapa- recido a causa de la enfermedad, que otras 501 están amenazadas, y que el patógeno representa el caso más letal de especie introducida de la his- toria, por encima de perros, gatos, ratas, cerdos o cabras. De modo que, en definitiva, el culpable más seguro es una cepa letal de Bd ayudada por nosotros, los humanos, que lo hemos llevado por todo el mundo en la exacerbada globalización del Antropoceno. El trabajo, por supuesto, no termina aquí ni en los análisis a realizar sobre las muestras obteni- das, que, esperamos, revelarán en qué momento la quitridiomicosis comenzó a diezmar la fauna de anfibios de la reserva.Ahora empieza un período de re-estudio de esta fauna, con la búsqueda de todas las especies posibles y la cuantificación de sus efectivos. Los datos serán comparados con los de 33 años atrás para saber qué especies han desaparecido, cuánto han disminuido otras, y cuáles se mantienen o se han recuperado. Para ello, contamos con la colaboración del perso- nal de la reserva y de la Universidad de Nariño. Quién sabe si, en medio de alguna noche propi- cia para buscar anfibios, a alguno nos sorprenda un sonido inconfundible llegando desde el negro y exuberante dosel del bosque. Nunca hay que perder la esperanza n La rana venenosa Paru- browates andinus solo se conoce de La Planada (en la foto, el holotipo, fotografiado en 1986) y no ha vuelto a ser observada desde hace muchos años. / P. Burrowes. “Comienza un período de re-estudio de esta fauna, con la búsqueda de especies y la cuantificación de sus efectivos. Compararemos los datos con los de 33 anos atras para saber que especies han desaparecido, cuanto han disminuido otras y cuales se mantienen o se han recuperado”

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