NaturalMente 24

3 n atural mente 24 ç sumario Suscríbete Consulta aquí todos los números de NaturalMente COP25 ¿otra decepción? o el resultado, un año más, será decepcionante. Básicamente porque siempre lo es. Cada vez que se celebra una de estas reunio- nes, las personas a las que nos preocupan los efectos del cambio climático, comenzamos muy esperanzadas y terminamos bastante decepcio- nadas. Los países no se comprometen lo sufi- ciente, las empresas y grandes corporaciones miran como si estuvieran asomándose al mundo desde ese planeta B que no tenemos pero... ¿qué ha pasado este año con la sociedad civil? Esa es la gran diferencia de la COP25. Este año se ha celebrado bajo una presión social sin precedentes. Diversos movimientos y organiza- ciones, muchos de ellos liderados por jóvenes, muestran preocupación y exigen la toma de me- didas urgentes a escala global. Los ataques furi- bundos que reciben algunos de estos colectivos por parte de dirigentes y corporaciones son la muestra más clara de que sus mensajes incomo- dan porque están cargados de verdad. La concienciación social que se está viviendo supera la de las últimas décadas y nos demuestra que, una vez más, la sociedad civil va por delante de los movimientos políticos. El cambio que tie- ne que llegar lo hará a partir de la presión social. Por eso es vital que ejerzamos como ciudadanos responsables y sigamos exigiendo a empresas e instituciones que tomen medidas reales ya. Me- didas enfocadas a la supervivencia y bienestar de toda la población mundial. Medidas que quizás lleguen de la mano de esta COP 25 Xiomara Cantera La COP25 es la conferencia vigésimo quinta de las partes firmantes del convenio de cam- bio climático que este año llevaba por lema ‘ Tiempo para la acción .’ Estaba previsto que se celebrara en Santiago de Chile, pero en el úl- timo momento se trasladó a Madrid por los conflictos sociales que se están viviendo en el país andino. Independientemente del resultado de las ne- gociaciones, hay que reconocer que España tie- ne el coraje y la capacidad de improvisación su- ficientes como para organizar una cumbre, cuya organización en condiciones normales lleva un año de trabajo, en menos de dos meses. Y al detalle de la falta de tiempo hay que añadir que estábamos, y seguimos, con un gobierno en funciones que los ciudadanos de a pie no tene- mos claro si llegará a convertirse en gobierno en algún momento. Ojalá ese arrojo haya servido para que Es- paña, uno de los países europeos que más afectado se verá por los impactos del cambio climático, muestre y asuma compromisos para mitigar y adaptarse a los cambios que estamos viviendo. Ojalá sirva para que, por una vez, la clase política se ponga de acuerdo y se firme lo antes posible la ambiciosa Ley de Cambio Cli- mático que a punto estuvo de aprobarse antes de la repetición electoral de abril... pronto lo veremos. El tema es que entre el 2 y el 13 de diciembre Madrid se llenó de representantes de los países que firmaron el convenio del cambio climático. En el momento de escribir estas líneas no se co- nocen todavía los acuerdos a los que han llegado los países firmantes pero, o mucho me equivoco, Cómplices .Acrílico sobre lienzo. Una obra de Eliana Muñoz que se exponía en uno de los pabellones de la COP 25

RkJQdWJsaXNoZXIy ODk0OTk=