NaturalMente 24

5 n atural mente 24 ç sumario Suscríbete Consulta aquí todos los números de NaturalMente Esta exposición no sólo es un homenaje a dos hermanos, José María y Luis Benedito, que lograron hacer de la taxidermia un arte. Es un homenaje al campo, a la documentación fotográfica, al dibujo, a la escultura, a la meticulosidad, a la ciencia, al conocimiento. Porque nuestro museo son mayoritariamente sus vitrinas, sus pedacitos de bosque y de cielo no encerrados, sino mostrados con admiración y respeto en urnas transparentes, para que nada distraiga de su belleza. Podemos decir sin temor a equivocarnos que los ejemplares de las exposiciones de Zoología del Museo Nacional de Ciencias Naturales, salvo algu- na valiosa excepción como el lobo marsupial, tie- nen valor y singularidad frente a otros museos de ciencias gracias a la obra de los hermanos Benedito. Sin ella, muy posiblemente las exposiciones que habrían llegado a nuestros días no diferirían mucho de la organizada por Cabrera, que fue un pionero de la Mastozoología en España, es decir, un mero orden taxonómico. En cambio, la in- troducción de los grupos o dioramas, tanto de aves como de mamíferos, supusieron un avance inusitado para su época y un ejemplo a seguir aún hoy en día. Sus piezas adquieren tal sentido de vida que muy dignamente pueden llamarse naturalizaciones, como a ellos les gustaba de- cir. De hecho, hay piezas que ya han pasado del siglo de existencia y pueden compararse con otras recién creadas, no ya por su indudable ca- lidad, sino por su estado de conservación. Por esto y porque una gran parte de nuestro museo son sus vitrinas, les debíamos un me- recido homenaje, casi una deuda pendiente, a Alcatraz: ejemplar naturalizado, escultura y escayola.

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