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99 n atural mente 24 ç sumario Suscríbete Consulta aquí todos los números de NaturalMente Suscríbete Algunos datos sobre la taxidermia en el Museo La taxidermia (derivado del griego taxis : colocación y derma : piel) consiste en la conservación en seco y el montaje posterior de la piel de los vertebrados para recrear el aspecto del animal en vida. De forma tradicional, la piel se curtía con taninos de origen vegetal para que no se pudriera. La invención del jabón de arsénico, en el siglo XVIII, fue un avance importante al evitar la proliferación de hongos e insectos. Su uso se popularizó desde principios del siglo XIX. Los hermanos Benedito fueron los mejores escultores taxidermistas de España, que supieron ver que la taxidermia no era una técnica que tenía como única finalidad rellenar la piel de un animal, sino que dieron especial importancia a las posturas naturales de las diferentes especies. José María Benedito logra en 1907 la plaza de “Disecador Jefe” en el Museo de Ciencias Naturales. José María se especializó en aves, su perfil fue el del taxidermista naturalista, que trata de llevar a su trabajo detalles reales de la vida de los animales, colaborando con los científicos del Museo en sus trabajos de campo. Luis Benedito se incorporó como taxidermista al Museo de Ciencias Naturales en 1912. Antes había perfeccionado su formación en Europa. Trabajó en especial la técnica de la dermoplastia. Su especialidad fueron los mamíferos, grupo en el que realizó espectaculares piezas. Su perfil fue el del artista taxidermista, que aborda sus trabajos con mentalidad de escultor. La primera etapa de la dermoplastia consiste en dar forma al tronco del animal mediante una plancha de madera. Cuello y extremidades se colocan con barras de hierro sobre las que se sitúan el cráneo y parte de los huesos de las patas. Sobre ese primer armazón se colocan fragmentos de tela metálica para dotar de volumen al cuerpo del ejemplar. La malla metálica se recubre con escayola, que permite esculpir cada uno de los detalles anatómicos de la musculatura. Por último, se añaden los detalles finales, como los ojos, hechos de cristal, y se fija la piel sobre la escultura de escayola con cientos de alfileres.