NaturalMente 26
19 n atural mente 26 ç sumario Suscríbete Consulta aquí todos los números de NaturalMente Hoy estamos tan acostumbrados a ver imágenes de animales, que nos resulta casi inimaginable que alguien no sepa el aspecto de un canguro o de un elefante. Sin embargo, la posibilidad de descubrir visualmente cómo eran estas criaturas resultaba impensable para el gran público antes del siglo XIX. Los descubrimientos técnicos de Thomas Bewick, aplicados a la producción editorial, contribuyeron a la divulgación del conocimiento zoológico a través de sus grabados. Jesús Muñoz nos descubre en estas líneas la gran aportación de este naturalista inglés a la historia natural. Cualquier aficionado a la naturaleza ha dis- frutado alguna vez al hojear alguna de las abun- dantes guías ilustradas sobre la fauna y la flora existentes en el mercado. Pero el nivel de ofer- ta actual no estuvo siempre disponible para el público. Hasta principios del siglo XIX los libros ilustrados eran muy caros y las tiradas muy cor- tas. En un momento en que todavía la fotogra- fía no se había descubierto, las ilustraciones se seguían imprimiendo a partir de la estampación de planchas de cobre y de acero grabadas a bu- ril o ácido. Ambos procedimientos creaban una serie de hendiduras que reproducían el dibujo en el metal. La plancha así grabada se entintaba imprimiéndose una a una para obtener las es- tampas. Debido a que la tipografía, el procedimiento con el que se imprimía el texto, y el grabado eran dos sistemas de impresión diferentes, uno en relieve y el otro en bajo relieve, era impo- sible que en una sola pasada de la prensa se imprimiese el texto y la imagen a la vez. Por eso, con solo unas decenas de pasadas por la prensa. La distinta resistencia de los procedimientos y, sobre todo, la imposibilidad de imprimir a la vez texto e imagen no permitían ediciones que fue- ran elevadas y rentables de los libros ilustrados. Es a principios del siglo XIX, gracias a la implan- tación de una serie de adelantos tecnológicos en las artes gráficas, cuando se van a poder integrar las imágenes junto con los textos en la misma página, permitiendo el aumento de las ediciones ilustradas, primero en el libro y, posteriormente, en las publicaciones periódicas. Una de las aportaciones más importantes al desarrollo de las ediciones ilustradas en el siglo XIX se debe a el grabador y naturalista inglés Thomas Bewick (1753-1828). Aprendiz desde los 14 años en un taller de grabado especiali- zado en el adorno de armas, plata y otros artí- culos de lujo, desarrolló la técnica del grabado Diferencias entre el corte de la madera para el pro- cedimiento del grabado en madera y de la talla en madera. Buril para grabado en maderas duras como el boj. El corte de la madera en sentido transversal a las vetas ofrece un grano más fino y denso que permite aumentar el detalle en la estampa. una vez obtenida la estampa esta tenía que ser añadida al cuerpo del libro, entre las páginas de texto, pegándose en una pestaña. Además, a diferencia del texto tipográfico, que soportaba tiradas de cientos de ejemplares sin deteriorarse, el grabado en metal se degradaba rápidamente, perdiendo los detalles del dibujo
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