NaturalMente 27

45 n atural mente 27 ç sumario Suscríbete Consulta aquí todos los números de NaturalMente t Conseguir una reseña en Science no era fácil en los primeros años del siglo XX, ni lo es ahora. Pero además, la guía de mamíferos ibéricos de Cabrera, 106 años después, sigue completamen- te vigente pues trata todas las especies ibéricas conocidas y describe muchos grupos que no han vuelto a ser estudiados. La trayectoria vital de Ángel Cabrera fue tan singular y heterodoxa como la de su padre, fun- dador y obispo de la Iglesia Española Reforma- da. El menor de siete hijos, tras doctorarse en Filosofía y Letras en 1900, fue enviado a Lon- dres por su progenitor con el fin de completar su formación eclesiástica, algo que no le impidió dedicarse por entero a su vocación de naturalis- ta, pasando sus días encerrado en la sede de la Zoological Society of London. Este gran especialista en mamíferos, rama de la zoología que él mismo acuñó como masto- zoología, ingresa en la Real Sociedad Española de Historia Natural (RSEHN) con diecisiete años y, a los dieciocho, ya había publicado “Observacio- En 1915, el reputado zoólogo y paleontólogo Willian Jacob Holland publicaba en la revista Science : “En España […] entre los jóvenes que están trabajando con éxito en esta dirección (observación e investigación), ninguno se eleva más alto que el infatigable y talentoso autor del trabajo que tenemos ante nosotros”. Estas palabras son parte de una reseña del libro Fauna Ibérica. Mamíferos (1914) de Ángel Cabrera Latorre (1879-1960), zoólogo del Museo Nacional de Ciencias Naturales durante 23 años. nes sobre un chimpancé de ancas blancas” en los Anales de la RSEHN (1897). Cabrera, en 1902, se incorpora al Museo como recolector, disector, responsable de la colección de mamíferos y profesor agregado.Aquí, aunque sus estudios se centraron sobre todo en los ma- míferos ibéricos, también profundizó en la fauna africana y americana a partir de las colecciones procedentes de las expediciones a Marruecos, a Guinea Ecuatorial y al Pacífico. Entre tanto Cabrera viajó a Inglaterra y Francia, pensionado por la Junta para la Ampliación de Es- tudios e Investigaciones Científicas, para conocer cómo se organizaban las colecciones en los mu- seos más importantes, mantuvo contacto conti- nuo con la comunidad científica internacional y se construyó una carrera con fuertes vínculos en el mundo anglosajón, algo imprescindible hoy, pero no tan común en la España de aquellos días. “Cabrera escribió 27 libros, 218 publicaciones científicas y más de 400 artículos de divulgación, gran parte de los cuales fueron ilustrados por él mismo con detallados dibujos a plumilla o acuarela” Ángel Cabrera Latorre con su esposa, María Aguado, el día de su boda en Madrid, 18 de enero de 1907. Fotografía cedida por sus herederos.

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