NaturalMente 28

41 n atural mente 27 ç sumario Suscríbete Consulta aquí todos los números de NaturalMente te lograría credibilidad para proyectos futuros. Pueden parecer dos experiencias inconexas, pero no lo son. Sin la primera nunca habría hecho la segunda. Después de un primer salto a lo des- conocido, uno aprende a sostenerse en el aire, a desconfiar de los malos augurios. Y, sobre todo, mi estancia en Siria me permitió comprender el sentido real, hecho de carne ciudadana, de pa- labras como guerra, democracia, y cooperación internacional. En 2017 hacía seis años que la gue- rra civil asolaba un país del que yo me enamoré, donde hice buenos amigos y me enamoré. No es una reiteración, en Siria me enamoré del país, y me enamoré de la que hoy es mi mujer. Como guionista con más de quince años de ex- periencia en programas de aventura, naturaleza y divulgación, estaba fascinado por los prodigios naturales del sexto continente, como todos mis colegas de profesión. La Antártida es un sueño que parece inalcanzable. Las fotografías y los vi- deos de aquellos muros glaciares, los resultados brillantes que obtienen los investigadores polares, la historia de su descubrimiento y exploración Navegando en el Hespérides por aguas antárticas La fauna, el continente y la investigación protagonizan Antártida. Un mensaje de otro planeta “El documental no es sobre política y medioambiente, sino que es un reflejo de la experiencia vital, profunda y transformadora que fue para mí visitar la Antártida” (por favor, dejemos de hablar de “su conquista”), son embriagadoras. En 2012, mientras trabajaba como guionista de Jesús Calleja en Desafío Extremo , alimenté aún más ese apetito, escribiendo un doble programa sobre su aventura en el polo sur. Pero en 2017 lo que no me sacaba de la cabeza era que aquel fuera un territorio gobernado por la paz y la cooperación, desde hacía más de medio siglo. ¡Donde incluso los países dejaban en suspenso sus reclamacio- nes territoriales, mientras se hablaba de dividir Siria, invadirla, o convertirla en un Califato! Estoy seguro de que sin mi experiencia vital en Orien- te Próximo, habría realizado un documental más sobre ciencia polar y el prodigio de ese manto de hielo de cuatro kilómetros de espesor. Probable-