NaturalMente 28

45 n atural mente 27 ç sumario Suscríbete Consulta aquí todos los números de NaturalMente Doñana, refugio y hogar a la vez de más de medio millón de aves acuáticas en invierno, de especies y ecosistemas de gran valor ecológico en el conjunto de Europa, y también de pobla- dores humanos muy conscientes de su papel y responsabilidad en su conservación, llegó al si- glo XX como importante cazadero de propie- dad nobiliaria, el rey Alfonso XIII participó allí en su primera montería, en 1905.Volvería en varias ocasiones con Pedro Pidal, padre de los Parques Nacionales de España. Y por abreviar, en 1931 muere el Duque de Denia y de Tarifa y llega la IIª República. Los ánimos fueron calentados por nefastos políticos. A los del Ayuntamiento de Almonte no se les ocurrió otra cosa que esfor- zarse por demostrar el origen comunal de los terrenos de Doñana, para hacer triunfar su te- sis de que los nobles robaron la finca al pueblo para convertirla en recreo, y que por tanto había que devolvérsela al pueblo, algo que entonces se hacía factible al amparo de la Ley de Reforma Agraria de 1932. Como consecuencia de ello se consolidó un primer y serio intento de expropia- Recién cumplidos los 50 años de la creación del Parque Nacional Doñana, logro alcanzado tras la aparición del centro de investigación llamado Estación Biológica de Doñana del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, e inmersos en una sociedad que valora y mucho las cuestiones medioambientales con las que Doñana tiene tanto que ver, parece buen momento para resaltar el poco conocido papel que el Museo Nacional de Ciencias Naturales jugó en la protección de tan importante enclave ecológico: su personal fue determinante en semejante empresa, destacando en este sentido la figura del taxidermista Luis Benedito Vives, del ornitólogo Francisco Bernis Madrazo o, ya en el plano anecdótico, del entomólogo Eugenio Morales Agacino. ción de las tierras para convertir el importantísi- mo enclave ecológico en fincas de labor para el pueblo, sin consideración científica alguna sobre su importancia como enclave natural a proteger. Según contó Aquilino Duque en 1977 en su obra ‘El mito de Doñana’, el inminente peligro de desaparición de Doñana lo conjuró un más que oportuno informe científico de Luis BeneditoVi- ves (1884-1995), famoso taxidermista científico del Museo Nacional de Ciencias Naturales de Madrid, parte de cuyo excelente trabajo se exhi- bía en dicho establecimiento al comenzar la pan- demia, en la exposición Naturalezas recreadas . Miembro insigne de una familia dedicada al oficio de la taxidermia científica de animales, subrayaba precisamente en el informe la importancia am- biental del que acabaría siendo Parque Nacional de Doñana. Luis Benedito Vives nació en Valencia el 25 de agosto de 1884. Los primeros trabajos de natu- ralización los realizó en su ciudad natal hasta que en 1910, su hermano José María que trabajaba en el Museo Nacional de Ciencias Naturales, lo llamó a Madrid. Allí, por intermediación del en- tonces director de la institución, D. Ignacio Bolí- var, la Junta de Ampliación de Estudios le conce- dió una beca para mejorar su técnica en Europa. Así visitó entre otros países, Alemania, Francia y Holanda y trabajó con el célebre escultor y taxidermista Ter Meer, al que se le considera el precursor de la taxidermia que se practica en la actualidad. En España. Luis Benedito aplicó las Grupo de guardas del parque de Doñana/ Banco Audiovisual CSIC-Andalucía

RkJQdWJsaXNoZXIy ODk0OTk=