NaturalMente 32
54 n atural mente 32 ç sumario Suscríbete Consulta aquí todos los números de NaturalMente Diciembre 2021 señanza o de la comunicación académica. Los institutos, las instituciones culturales y científi- cas contaban con linternas mágicas y hacían uso de este medio de difusión pública para impartir clases o exponer conocimientos en un contexto científico. El matemático y filósofo alemán Johann Zahan (1631-1707) fue el primero el defender la finalidad didáctica de la linterna, describió las ventajas didácticas de mostrar las ilustraciones anatómicas y llegó a proyectar insectos coloca- dos entre dos vidrios. El aparato fue cambiando con los años. Se fa- bricaron dobles o múltiples con la finalidad de poder proyectar varias imágenes simultánea- mente y crear fusiones o cuadros disolventes. Las linternas se llamaron, por su composición, biuniales o triuniales.Varios sistemas incorpora- ron un cierto movimiento a las imágenes a tra- vés de diferentes dispositivos en el tobogán o chasis donde se colocaba la diapositiva. Surgie- ron nuevas denominaciones: microscopio solar, megascopio, lampadoscopio, linterna diascópica, linterna episcópica, etc. Fueron de especial éxito las historias que se ideaban en el terreno de lo fantasmal y de la ale- goría puesto que el dispositivo conjugaba bien con un tipo de exhibición a media luz y con sombras donde recrear espíritus. De todos ellos, el más famoso espectáculo fue el de las fantasmagorías que el belga Étienne-Gaspard Robertson inició en París en 1793.Con su artefacto, al que llamó phan- toscopio, añadió sofisticados efectos especiales para recreación de ambientes telúricos: espectros, fantasmas, cementerios, etc. Su espectáculo conti- nuó hasta los años 30 del siglo XIX y se exhibió en grandes capitales como Berlín, Praga o Londres. En el siglo XIX llegó la producción masiva de placas de linterna o diapositivas. La técnica fo- tográfica se había ido depurando y las transpa- rencias proyectadas que antes eran pintadas a mano sobre cristal, pasaron a ser fabricadas en serie, también sobre vidrio. Una de las casas más reconocidas fue la de Philip Carpenter, en Lon- dres, que inventó una técnica para trasladar los grabados en cobre que se hacían sobre papel a las placas cristalinas que después se coloreaban a mano. Se comercializaron conjuntos de imágenes de temática diversa, desde zoología, astronomía, historia, geografía, química, además de otras de contenido humorístico y entretenimiento. Hoy en día las antiguas placas de linterna mágica, tan- to las de casas comerciales como las que pre- paraban los propios investigadores o profesores para sus clases o conferencias, se han converti- do en un valioso patrimonio audiovisual y están custodiadas en archivos, bibliotecas y museos de todo el mundo. Linterna de la casa Molteni con lámpara de arco voltaico. Catalogue L’Industrie Française des Instru- ments de Précision (París, 1901) “Las linternas mágicas tenían un cuerpo metálico donde una imagen transparente podía ser proyectada a una pared, lienzo blanco o pantalla, aumentando considerablemente su tamaño” “En 1665 el físico danés Thomas Walgensten, el primero en fabricar un aparato al que llamó linterna mágica, percibió sus posibilidades artísticas comunicativas y comenzó su comercialización”
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