NaturalMente 35
13 n atural mente 35 ç sumario Suscríbete Consulta aquí todos los números de NaturalMente Septiembre 2022 se denomina Spatial Transcriptomics. Esta técni- ca, declarada método del año 2020 por la revista Nature Methods , permite visualizar los genes que se están expresando en regiones definidas de un tejido determinado, combinando histología y transcriptómica. De esta forma, la “transcriptó- mica espacial” nos permite obtener información simultánea sobre la composición y estructura de los tejidos, y de los genes que expresan las células que los forman. En nuestro laboratorio hemos optimizado esta técnica para analizar los genes que se expresan en distintos tejidos de los nemertinos Lineus longissi- mus y Cerebratulus marginatus , incluyendo la pro- bóscide y la epidermis, que son las dos regiones principales productoras de toxinas. Realizamos cortes transversales de la parte anterior del cuer- po de un nemertino, que sería algo así como cor- tar una salchicha en láminas muy finas. Después procesamos esas láminas y tomamos imágenes de microscopía óptica para identificar las distin- tas regiones anatómicas y tejidos que se van a se- cuenciar. Esta técnica permite acoplar un código de barras que determina la posición original en el tejido de cada uno de los genes secuenciados, de manera que podemos saber que genes se están expresando en las células glandulares de la epi- dermis, o en la parte interna secretora de la pro- bóscide con una resolución muy alta, de unas 100 micras (el espacio que ocupan de 4-5 células). La “transcriptómica espacial” nos ha permitido des- cubrir decenas de toxinas nuevas, que se expresan de manera delimitada en el tejido glandular de la probóscide o en las células secretoras de la epi- dermis, pero además, ha revelado que algunas de estas toxinas se secretan también en el estómago. Este descubrimiento nos sorprendió inicialmente, pero al pensar en la manera de alimentarse de los gusanos nemertinos y otros animales venenosos cobró sentido. Los nemertinos, como los cara- coles cono, inyectan toxinas con las que paralizan, pero no necesariamente matan, a sus presas. En ocasiones, el efecto de la toxina se diluye cuando el animal ya ha engullido a la presa, la cual inten- ta escapar perforando el estómago y la pared del cuerpo del depredador. En estas circunstancias sería muy ventajoso tener glándulas secretoras de toxinas que permitan volver a paralizar a la presa hasta que esté completamente digerida y no pon- ga en peligro la vida del depredador. Mucho por descubrir. Hace poco, precisamente en el gusano más lar- go del mundo del que hablábamos al inicio, Lineus longissimus , se han identificado unas toxinas ex- Corte histologico transversal del nemertino Antarcto- nemertes valida teñido con hematoxilina y eosina. En el centro, teñido de rojo más intenso, se puede obser- var la probóscide / Juan Junoy. “Existen varios fármacos que se han desarrollado a partir de toxinas animales. Dos ejemplos son un medicamento para la hipertensión derivado de veneno de serpiente y un analgésico mil veces más potente que la morfina desarrollado a partir de una toxina de caracol marino” Ejemplar de Amphiporus allucens con la probóscide evertida. / Alfonso Herrera-Bachiller.
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy ODk0OTk=