NaturalMente 35

62 n atural mente 35 ç sumario Suscríbete Consulta aquí todos los números de NaturalMente Septiembre 2022 del equipo educativo al realizar las actividades y visitas. Si la selección de términos no fue fácil, tam- poco fue sencilla la elaboración de las definicio- nes. Pronto nos dimos cuenta de que nosotras mismas debíamos salir de nuestra burbuja del mundo científico y hacer un ejercicio de simpli- ficación, ya que las definiciones de algunas pala- bras podían llegar a ser extremadamente largas a causa del empleo de tecnicismos, datos numé- ricos, nombres taxonómicos y un largo etcétera. Esto se confirmó en el siguiente paso, la traduc- ción de dichos términos a la LSE, tarea que, na- turalmente, correspondió al personal técnico de la Fundación CNSE, referente estatal en la LSE cuya plantilla está formada por perso- nas sordas. Gracias a su trabajo y experien- cia, cada término se transforma, como por arte de magia, en un gesto que se muestra en el DILSE a través de vídeos y fotografías . Para simplificar las definiciones, estable- cimos, por ejemplo, un patrón común de criterios para animales, otro para mi- nerales y un tercero para conceptos que pudieran resultar un tanto abstractos. Evi- rales, y numerosos conceptos científicos, como “cambio climático”, “restauración ecológica” o “zoonosis”, muy mencionados en los últimos años. Dentro de las palabras que designan piezas presentes en el museo destacan los animales. Los nombres de animales seleccionados representan una mínima parte de los que encontramos en la naturaleza, y algunos grupos están más represen- tados que otros, por lo que muchos quedan pen- dientes de ser incorporados en futuras ocasiones. Por ejemplo, los vertebrados predominan frente a los invertebrados, aun cuando estos últimos son más numerosos. También destacan las aves y los mamíferos, frente a los reptiles, anfibios y peces. La razón es eminentemente pragmática ya que se ha tenido muy en cuenta su frecuencia de uso, de ahí que se hayan escogido aquellos más conocidos. No obstante, esta colaboración per- mitirá conocer y nombrar en lengua de signos a animales más desconocidos como el tilacino o lobo marsupial que se extinguió hace casi cien “La colaboración con el Museo había permitido crear signos para designar conceptos científicos que anteriormente no existían en su diccionario” “Para simplificar las definiciones, establecimos, por ejemplo, un patrón común de criterios para animales, otro para minerales y un tercero para conceptos que pudieran resultar un tanto abstractos” tamos incluir descripciones versadas en el color, en las medidas corporales o en los sonidos que emiten; en la clasificación de familia y género o mencionar lugares geográficos muy concretos. También optamos por limitar el número de pala- bras empleadas en la descripción para homoge- neizar todas las definiciones. Por otra parte, buscamos el apoyo de los prin- cipales diccionarios de cada temática como el diccionario de la Real Academia de la Lengua (RAE), el Diccionario Geológico o el Dicciona- rio médico-biológico, histórico y etimológico de la Universidad de Salamanca, entre otras fuentes de consulta como la Sociedad Española de Orni- tología (SEO Birdlife) o el Glosario de Geología de la Real Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales de España (RAC). Entre las nuevas 250 palabras de la A a la Z (salvo W y X), se encuentran los nombres de más de cuarenta aves y mamíferos tanto terres- tres como marinos, más de treinta invertebra- dos, una veintena de nombres de rocas y mine-

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