NaturalMente 36

46 n atural mente 36 ç sumario Suscríbete Consulta aquí todos los números de NaturalMente Diciembre 2022 mantra que, por más que lo repiten las perso- nas que viven en entornos rurales y las que se dedican a la ingeniería forestal, la biología de la conservación o el estudio de los ecosistemas, los gestores de todo el espectro político olvidan en un cajón cuando llegan las primeras lluvias y, para ahorrar, deciden que la inversión para evitar in- cendios se pondrá en marcha en mayo, cuando se acerque el calor. Error. Quienes viven pegados al monte saben que la labor de un operativo anti- incendios va mucho más allá de apagar las llamas. Las soluciones sostenibles a la mayoría de los problemas ambientales giran en torno a la coe- xistencia con el fuego, es decir, adaptarnos a su presencia anticipándonos a sus efectos más de- vastadores minimizando el riesgo y vulnerabilidad de los sistemas forestales. Para lograr esto hay dos líneas que se deberían trabajar paralelamente: la recuperación de la población y los trabajos del campo en las zonas donde la demografía se ha desplomado y la gestión forestal de las áreas na- turales. Tierra sin gente Los ecosistemas europeos son fruto de la in- teracción humana desde hace miles de años. No existen bosques que mantengan las estructuras anteriores a la aparición del ser humano. Nuestra presencia ha generado los actuales paisajes cul- turales donde las especies que los habitan han evolucionado y a los que se han adaptado. No se puede abordar la restauración de ecosistemas como si el ser humano no existiera u obviando que debemos convivir con el resto de especies. De hecho, uno de los mayores problemas a los que se enfrenta el medioambiente en Europa es el abandono de las zonas rurales y la sustitución de las explotaciones familiares, PYMES que son las que realmente crean empleo y tejido social en España, en favor de las de producción agroali- mentaria intensiva que daña los hábitats que nos rodean y dan empleo a menos personas. Existe un consenso claro en la comunidad cien- tífica sobre cómo el abandono agrario y la expan- sión y densificación del bosque en esos espacios que antes se aprovechaban a través de la actividad forestal, la agricultura y la ganadería, crean pai- sajes cada vez más homogéneos y vulnerables al avance del fuego. Para revertir esta situación, hay que tomar iniciativas que permitan la recupera- ción de paisajes donde haya un mosaico de usos: bosques, cultivos herbáceos y leñosos, pastos, matorrales… Esta estructura actúa como “cor- tafuegos” natural mientras se genera una renta que permita a la población que los mantiene vivir dignamente de esas actividades. Se trata de tejer “El cambio climático nos está poniendo ante una situación en la que prevenir es prioritario y las soluciones giran en torno a nuestra adaptación a la presencia del fuego, es decir, anticiparnos a sus efectos más devastadores y aprender a convivir con él” Un paisaje en mosaico del nor- deste de Segovia. La imagen muestra zonas arboladas com- binadas con pastos y campos de cultivo. / Carlos Antón

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