NaturalMente 37

51 n atural mente 37 ç sumario Suscríbete Consulta aquí todos los números de NaturalMente Marzo 2023 Vicenta nació el 17 de septiembre de 1930 en Algorta (Vizcaya), pero con apenas siete años fue trasladada a Leningrado (hoy San Peters- burgo) junto a su hermano Miguel y otras niñas y niños del bando republicano. El fallecimiento de su padre, Clemente Llorente, el 26 de sep- tiembre de 1936 tras ser herido de muerte en Elorrio (Vizcaya), precipitó su salida de España. Su madre, Rafaela del Moral, que se encontraba encinta, llevó a sus hijos a una residencia para huérfanos republicanos de Bilbao, donde perma- necieron varios meses, hasta que su hermana na- ció y las visitas se interrumpieron por el avance de la guerra. Fue entonces cuando el gobierno de la República aceptó la oferta de Moscú para trasladar a la Unión Soviética a los hijos de los republicanos hasta que finalizase la guerra. Al evocar su infancia, Vicenta tiene muy pre- sente el cariño y la alegría con el que les acogie- ron al llegar a Leningrado, con flores y música de orquesta. La travesía, que realizaron en las Imaginen una mujer de noventa y dos años, amante de la ciencia, seducida por los ortópteros (langostas, chicharras, saltamontes, grillos…), que aún sigue acudiendo al MNCN dos días a la semana para estudiar los insectos a los que ha dedicado gran parte de su vida. Si a esto le añadimos que pasó diecinueve años en la antigua Unión Soviética, donde fue evacuada siendo niña durante la Guerra Civil, su vida resulta fascinante. Hablamos de la entomóloga Vicenta Llorente del Moral, a la que el Museo dedicó un merecidísimo homenaje el pasado mes de diciembre. bodegas del Sontai , un barco de mercancías, fue complicada porque los niños se mareaban y la tripulación, de origen chino, no les inspiraba de- masiada confianza. Vicenta llegó indispuesta por lo que la ingresaron en la enfermería, pero lo peor fue que la separaron de su hermano, al que enviaron a otro lugar; tendrían que pasar dos años para que volvieran a reunirse. Aunque más duros fueron los diez años que Vicenta y Miguel estuvieron sin saber nada de su madre y de su hermana pequeña, o los diecinueve que tardaron en reencontrarse con ellas, ya en España. La entomóloga vasca recuerda con simpatía los cuatro años que pasó en Eupatoria, en la penín- sula de Crimea. Durante el invierno, los profeso- res que habían viajado con ellos les daban clase y en verano, los chavales disfrutaban de la playa. Tras la invasión de la Unión Soviética por Hit- ler,Vicenta y el resto de niños fueron evacuados en tren, primero al norte del Cáucaso y, como los nazis seguían avanzando, después volvieron a subir al tren con destino Sarátov, y de allí a Estas y otras anécdotas pueden verse en el video del homenaje a Vicenta Llorente grabado por la Sociedad de Amigos del MNCN. Durante una expedición científica por el desierto de Karakum (aldea de Tashaus,Turkmenistán), donde recogió parásitos de los camellos.

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