NaturalMente 41

Cada disciplina lo hizo, por supuesto, en circunstancias precisas: los marcos históricos fueron el Imperio español, la Ilustración, el Imperialismo europeo en el África del siglo XIX, las dos Guerras Mundiales, la Guerra Civil española, la Guerra Fría… Durante esta última, se llevó a cabo un titánico esfuerzo supranacional para eliminar los mosquitos (y, con ellos, la funesta malaria). Los países más prósperos se deshicieron, sí, de la enfermedad, pero desde una perspectiva histórica, el Programa para la Erradicación del Paludismo fue abusivamente llamado ‘Mundial’, pero en la práctica, ignoró a todo un continente: África. La exposición también explica lo que la malaria significa en el presente, el peso en sufrimiento que supone. Indisociablemente ligada a la pobreza, la marginación y el aislamiento, la malaria pone en jaque a los frágiles sistemas de salud de los países más afectados. Ejemplifica, como ninguna otra enfermedad, las injusticias imperantes en el terreno de la salud global. No sólo se puede prevenir, sino que es curable siempre y cuando el tratamiento comience a tiempo. Aun así, miles y miles de niños mueren y millones caen enfermos cada año por su causa. El parásito y el mosquito parecen ir siempre un paso más adelante que el hombre. Dada la alta presión selectiva que sobre ellos ejercen las medidas sanitarias para su control, uno y otro terminan desarrollando resistencias. La lucha contra la malaria, por ende, es siempre cambiante. Mientras que retos insospechados ensombrecen de pronto el horizonte —mosquitos resistentes a los insecticidas, parásitos que sobreviven a los medicamentos o se tornan indetectables para los cartuchos de diagnóstico—, también surgen elementos esperanzadores: desde estrategias de lucha fundamentadas en mejores datos epidemiológicos, hasta nuevas herramientas como las vacunas que, tras más de 30 años de esfuerzo, empiezan hoy a estar disponibles para los países africanos. Tras el descubrimiento del origen parasitario de la malaria y el papel del mosquito en su transmisión, durante el siglo XX se organizaron titánicas campañas de salud pública contra la enfermedad En el siglo XVII los boticarios jesuitas trajeron a Europa desde los Andes del Perú, una 'corteza milagrosa' que curaba las fiebres intermitentes: la quina 41 Marzo 2024  Sumario  Accede a todos los números Suscríbete Lámina botánica de la quina, ya entonces clasificada como del género Cinchona. 1801 8 9

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