NaturalMente8

60 n atural mente 8 ç sumario Diversos restos mandibulares de Micromeryx sp. de Batallones-10. Fotografía de Israel M. Sánchez. les. En Batallones-10 son uno de los macromamí- feros más abundantes del yacimiento junto con las jirafas y los équidos. Han aparecido fósiles excepcio- nales, como por ejemplo elementos apendiculares completamente articulados y cráneos de ambos sexos (incompletos, eso sí) junto con mandíbulas y una buena cantidad de restos dentarios. Estos fósi- les nos muestran una comunidad de mósquidos que curiosamente era algo diferente a la de Ba- tallones-1. Esta comunidad estaba dominada de forma amplia por un Micromeryx aún no descrito formalmente, bastante grande para ser un mós- quido (aunque no tanto como la mayoría de los actuales) y de dentición derivada. Estos fósiles de Batallones-10 serán im- portantes para conocer aún mejor la evolución del grupo, completando nuestros trabajos sobre la filogenia de Micro- meryx . Son, además, la evidencia congelada en el tiempo que nos permite saber cómo fueron estos mósquidos ibéricos que vivieron en lo que hoy es Madrid sus últimos momentos de grandeza en un mundo que cambiaba y que para ellos, en Europa, traía finalmente el ocaso n “Los fósiles de Batallones demuestran que varias especies de mósquidos convivieron de forma constante a lo largo del tiempo” “Los mósquidos experimentaron una época dorada en el oeste de Europa justo antes de extinguirse, probablemente por la expansión de sus ‘hermanos’ bóvidos” Micromeryx y una de Hispanomeryx en este caso), y que esto, como ya hemos comentado, ocurrió de forma constante a lo largo del tiempo.Y además, resulta que estos ciervos almizcleros de Batallo- nes-1 no entraron vivos en la trampa, sino que sus restos fueron introducidos en el piping que luego sería el yacimiento viajando en el estómago de sus depredadores carnívoros. Esto lo demuestran los estudios tafonómicos realizados acerca de las trazas de digestión de los fósiles de mósquido de Batallones-1, que aparecen al- terados por ácido digestivo de depredadores mamíferos. Los huesos además tienen eviden- cia morfológica de haber sido rotos y devorados. Una amplia variedad de depredadores ma- míferos depreda sobre a los ciervos almizcleros actuales, desde los tigres, Panthera tigris , a las martas de garganta amarilla, Charronia flavi- gula . En el Mioceno superior madrileño, los posi- bles culpables de la caza y acumulación de estos restos de Batallones-1 serían carnívoros como Magericyon , Simocyon o Protictitherium , todos ellos capaces de romper huesos y tragar fragmentos de la pata de un mósquido. No obstante, en lo que se refiere al estudio de los ciervos almizcleros de Batallones lo mejor llegó en 2007, cuando se descubrió y se comenzó a excavar el yacimiento de Batallones-10. Des- pués de nueve campañas Batallones-10 se ha con- vertido en un yacimien- to de referencia para los mósquidos, proporcionando una de las mejores colecciones de Europa, si no la mejor, de ciervos almizcleros del Vallesiense superior, los nuevos invitados de la familia que vivían junto a unas faunas que cada vez se parecían más a las actua-

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