NaturalMente18

36 n atural mente 18 ç sumario www.naturalmentemncn.org Para recibir un correo electrónico cuando salga el próximo número o darnos tu opinión escríbenos a naturalmente@mncn.csic.es nuestra primera Barbourula , o si sería otra especie. Volvemos a cruzar la isla al día siguiente y, al alcanzar la costa, viramos hacia el nor- te, hasta toparnos con un cartel que anun- cia unas cascadas. Parece que a los locales les encanta bañarse en pozas y cascadas, y las señalan a lo largo de las carreteras. Eso nos viene bien, porque a nuestra rana tam- bién le gustan los ríos con cascadas, y así sabemos dónde ir a buscarla. Decidimos explorar. Nos aseguran que el camino no tiene pérdida. Falso: a los 500 metros se bi- furca en una “Y” perfecta. Hay que arries- garse y confiar en que Murphy se apiade de nosotros. Por supuesto, se cumple su ley inexorable y terminamos subiendo un montañón absurdo, para acabar exhaustos en ninguna parte. Retrocedemos y, final- mente, llegamos al supuesto lugar. No hay tales cascadas, sino un río que baja despe- ñándose por un lecho de rocas enormes. Buscar aquí una rana esquiva, a la que, pre- cisamente, le gusta esconderse bajo rocas enormes, es como buscar una aguja en un pajar. Ya anocheciendo, bajamos a un tra- mo menos abrupto y, nada más llegar, lo que sin duda alguna es un hermoso ejem- plar de Barbourula busuangensis se esconde bajo una piedra imposible de mover. Nos da tiempo a ver perfectamente su “cara de Telmatobius ”, los ojos grandes situados en la parte superior de la cabeza, el cuerpo aplastado propio de una especie totalmen- te acuática. ¿Seremos capaces de agarrar, estudiar y fotografiar algún ejemplar? Al- gunas horas y catorce avistamientos más tarde, incluyendo un par de fugas incon- cebibles, cuando ya nos íbamos a marchar derrotados, aquel primer ejemplar se apiada de nosotros y “se deja” atrapar al intentar huir cruzando su poza particular, en lugar de meterse en su refugio inexpug- nable. Se trata de una hembra grávida, con huevos grandes y despigmentados, apenas visibles a través de la piel del abdomen. Esta es la única pista que se tiene sobre su reproducción, y ese carácter del tamaño grande y la ausencia de pigmento de los huevos es lo que indica que nuestro prota- gonista muy probablemente haga algo raro a la hora de perpetuarse. Se ha especulado incluso con la idea de que pueda tener de- sarrollo directo, es decir, sin fase larvaria. Pero ¿una rana totalmente acuática con desarrollo directo? Eso sí que sería una rareza espectacular. Lo cierto es que nadie ha visto jamás un renacuajo de Barbourula , “Queda mucha selva en Palawan y nuestra rana se encuentra desperdigada en los ríos y arroyos rocosos bien conservados, con cubierta forestal y de aguas limpias y rápidas” Un ejempar de Barbourula busuangensis de la zona norte de la isla Telmatobius sibiricus , especie endémica de Bolivia posiblemente extinta, descubierta en 1989, descrita en 2003 y no vuelta a ver desde entonces.

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