NaturalMente 20

37 n atural mente 20 ç sumario Para recibir un correo electrónico cuando salga el próximo número o darnos tu opinión escríbenos a naturalmente@mncn.csic.es Aunque lamentablemente solo ocurrió en algunos países de Europa, durante la Ilustración muchas mujeres alcanzaron parte del protagonismo que tradicionalmente se les negaba. Además de su relevancia en los salones ilustrados, en esta época también destacaron muchas científicas que trabajaron en especialidades que van desde las matemáticas o la física, la historia natural, la astronomía o la química. Predictoras de eclipses y descubridoras de estrellas y cometas Una ciencia en la que descolló un buen puñado de mujeres en la Ilustración fue la astronomía. En algunos casos su labor se vio oscurecida por los prejuicios existentes hacia las mujeres que cultivaban la ciencia, lo que no impidió que realizaran un valioso trabajo, llevado a cabo con gran dedicación y diligencia. En otras ocasiones -más bien raras-, sí llegaron a gozar de público reconocimiento por sus hallazgos e incluso recibieron una asignación oficial por sus investigaciones. Maria MargaretheWinckelmann-Kirch (1670-1720) La alemana MariaWinkelman f ue pionera en este campo. Su padre, partidario de la educación igualitaria para hombres y mujeres, le dio una sólida formación. Muy tempranamente mostró interés por la astronomía y empezó a trabajar en su ciudad natal, Leipzig, como ayudante de un astrónomo aficionado con gran experiencia, junto al cual se formó y gracias al que conoció a quien sería su marido, Gottfried Kirch, 30 años mayor que ella y astrónomo reconocido. El matri- monio se trasladó a Berlín, donde ambos trabajaron en estrecha colaboración realizando cálculos astronómicos para confeccionar un gran número de calendarios y almanaques, hasta que Gottfried fue nombrado astrónomo de la Real Sociedad de Ciencias de Berlín por quien se convertiría en Federico I de Prusia. Maria sería la primera mujer en descu- brir un nuevo cometa, aunque la autoría del descubrimiento no se le reconoció hasta años más tarde.También estudió el fenómeno de las auroras boreales y publicó dos opúsculos, en uno de los cuales predecía otro nuevo cometa. Pese a sus logros y a los elogios de Leibniz, que la tenía en gran consideración, no se aceptó su solicitud para el cargo de astrónomo asistente en la Academia de Berlín, que sí obtuvo su hijo Christfried, a quien ella había enseñado astronomía, al igual que hizo con sus dos hijas. Una de ellas, Christine Kirch (1697-1782), fue responsable de los cálculos para la confección del almanaque en la Academia de Ciencias de Berlín. Retrato de Maria Winckelmann. / Angelica Kauffman “Aunque queda mucho camino por recorrer, cada vez se investiga más sobre la contribución femenina a la ciencia, al igual que a otros campos de la cultura”

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