NaturalMente 21

56 n atural mente 21 ç sumario www.naturalmentemncn.org Para recibir un correo electrónico cuando salga el próximo número o darnos tu opinión escríbenos a naturalmente@mncn.csic.es Paisaje típico del bosque transilvano (Rumanía) cerca de Hunedoara. en los años veinte provocó la intervención de las nuevas autoridades soviéticas, las cuales introdu- jeron ejemplares criados en cautividad en la Re- serva de la Biosfera del Gran Cáucaso . En el este de Europa, Rumanía ofrece el espacio suficiente y las condiciones ecológicas idóneas para plantear la cuestión de la reintroducción del bisonte en su antiguo hábitat. Una especie cuya triste histo- ria contaba en 1921Ángel Cabrera en el artícu- lo que publicó en la revista Alrededor del Mundo (pg. 9) . Los bisontes sobrevivieron en Rumanía hasta 1762 y enTransilvania bajo dominio austro- húngaro hasta 1790.Transilvania, región histórica preñada de leyenda y patria literaria del conde Drácula, está localizada en el centro de Ruma- nía, rodeada por los Cárpatos que atraviesan el país. Esta región está poblada de grandes bosques caducifolios y de clima templado (Transilvania sig- nifica “Ultra silvam”, o más allá de los bosques). Camino a las ruinas romanas de Sarmizegetusa, en el condado de Hunedoara, nos encontramos con la reserva de bisontes (en rumano “zimbri”) de Hateg. Esta reserva alberga una manada de bi- sontes europeos que deambulan en un bosque mixto muy bien conservado. Los árboles de hoja caduca más característicos son las hayas, fresnos, robles, tilos y carpes. En menor medida, aunque también muy abundantes, hay árboles de hoja perenne salpicados entre el resto. En los claros entre los árboles abundan también las hierbas y plantas arbustivas, base de la dieta de los bisontes. La reserva natural de Hateg s e fundó en 1958, cuando se trajeron dos bisontes provenientes de Polonia, y hoy en día habitan en esta reserva una quincena de ejemplares. De esta manera, esta re- serva de bisontes se está utilizando para servir de base a futuras repoblaciones en otros luga- res de Rumanía, como las de “Vanatori Neamt” (en el distrito de Neamt, Moldavia rumana) o la reserva de “Neagra Bucsani”, a unos 80 km de Bucarest, con cerca de 35 ejemplares. Los Montes Cárpatos se presentan como un hábitat ideal para la reintroducción del bisonte europeo tras más de doscientos años desde su desaparición. Los Cárpatos muestran una esca- sa actividad humana, lo cual permite el libre de- sarrollo de las manadas de bisontes para su cría. Sería, incluso, ideal que los bisontes encajaran en la pirámide ecológica con sus antiguos de- predadores, osos y lobos, en su antiguo hábitat. El bisonte europeo, durante mucho tiempo, rozó la frágil línea que separa la supervivencia de la extinción. Hoy se puede encontrar, ade- más, en el Parque Nacional de Kennemerduinen (Holanda), en el parque Wisentgehege Springe (Alemania), y en Francia ha anunciado un plan de reintroducción del bisonte europeo que llevará a cabo en los próximos años. España también ha contribuido al esfuerzo de recuperar al bisonte para Europa con la reserva que existe en San Cebriá de Mudá (Palencia), donde incluso ya han comenzado a reproducirse los bisontes. ¿Ha lle- gado la hora de que el señor de los bosques eu- ropeos reclame sus antiguos dominios? Resulta de una armonía natural increíble que una criatu- ra prehistórica viva en la actualidad y reclame su presente n “Los Cárpatos se presentan como un hábitat ideal para la reintroducción del bisonte europeo tras más de doscientos años desde su desaparición”

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