NaturalMente 22

12 n atural mente 22 ç sumario Suscríbete Consulta aquí todos los números de NaturalMente Al acabar la guerra, todos los españoles que participaron en estos eventos en representa- ción del gobierno español, fueron depurados y condenados a durísimas penas por el gobierno franquista. Según avanzaba la guerra y con ella los bom- bardeos en Valencia, el gobierno se trasladó a Barcelona a mediados de 1938, y José Royo recibió la orden de trasladarse allí y evacuar los materiales más importantes del Museo. Desde allí, se incorporó al grupo de científicos que representaban a España en prestigiosos congresos geológicos internacionales que tu- vieron lugar en Holanda y Francia en 1938, en “Se exilió en Colombia donde se incorporó al Servicio Geológico Nacional de Colombia; se vinculó a la docencia en la Universidad dio el impulso definitivo para la creación del Museo Geológico, que hoy lleva su nombre” los que presentó novedosos trabajos de inves- tigación. El devenir de la Guerra y su desenlace supuso una tragedia en la vida de Royo y de muchos españoles que tuvieron que marchar- se al exilio. En enero de 1939, junto con su fa- milia y otros intelectuales entre los que estaba el poeta Antonio Machado, cruzó la frontera francesa y nunca más volvió a España. Se exilió en Colombia desde donde siguió, jun- to a otros científicos españoles exiliados, man- teniendo viva su lealtad a la República española. Fue muy activa su participación en las reunio- nes del Ateneo Español Republicano, y la Unión de Profesores Universitarios Españoles. Pronto se incorporó al Servicio Geológico Nacional de Colombia y fue jefe del Servicio de Petróleos, del Ministerio de Economía. También se vinculó a la docencia en la Universidad, y su impulso fue decisivo para la creación del Museo Geológico, que hoy lleva su nombre. En 1951, por problemas de salud de su esposa, se trasladó con su familia a Venezuela. Allí tuvo, sobre todo, un papel como investigador y do- cente en la Universidad de Caracas y formó el Museo de Geología de la Universidad Central, que hoy también lleva su nombre. Murió en Caracas, a finales de 1961. Jamás pudo regresar a España. Su familia donó al Mu- seo Nacional de Ciencias Naturales de Madrid todo su legado documental y objetos personales relacionados con su profesión que sirvieron de base para las exposiciones “Royo Gómez: Cien- cia y Guerra en Valencia, capital de la República” y “José Royo Gómez: un científico valenciano en el Museo de Ciencias Naturales”, que se puede visitar hasta el 30 de junio. Margarita Belinchón es directora del Museo de Cien- cias Naturales de Valencia y comisaria de la exposición Vitrina de la exposición con algunos de los fósiles que colectó José Royo Gómez / Servicio de fotografía del MNCN

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