NaturalMente 24

51 n atural mente 24 ç sumario Suscríbete Consulta aquí todos los números de NaturalMente Suscríbete En estos tres años y medio, Cros dibujó y co- loreó al natural, como mínimo, 314 aguadas de la fauna marina de las costas de Cantabria, más 183 de las costas mediterráneas y del golfo de Cádiz. Las aguadas de Cros eran de tan alta calidad que Floridablanca dispuso fueran grabadas al cobre e iluminadas en la recién creada Real Calcografía, ubicada en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, que compartía por entonces edifi- cio con el Real Gabinete. El encargo de grabar e iluminar las estampas de los dibujos de Cros, recayó en el disecador del Real Gabinete de Historia Natural, Juan Bautista Bru de Ramón (1742-1799).Y aquí empieza la im- postura. Bru, en efecto, recibió el encargo de grabar las láminas correspondientes a la costa de Cantabria concediéndosele 36.000 reales anuales en con- cepto de sueldo. Pero el 1 de mayo de 1787 Miguel Cros des- aparece misteriosamente en Plasencia (Cáceres) y Bru, consciente de la excelente ejecución de los dibujos donde nunca aparece la firma de Cros, no duda en apropiárselos.Así, sin pudor, hace grabar su firma en muchas de las matrices de cobre que se estampan, realizadas a su vez por los grabado- res Miguel Gamborino y Manuel Navarro, e ilu- minadas por otra media docena de artistas, que colorearon los grabados una vez habían pasado por la prensa. Pero la verdad es que Bru ni dibujó las aguadas, ni grabó las planchas, ni iluminó las estampas. Solo es necesario comparar la impericia de los dibujos que Bru publica en su Colección de láminas que representan los animales y monstruos del Real Gabinete de Historia Natural de Madrid (1784), con los dibujos de Cros para reconocer que se trata de dos manos muy diferentes. Esta apropiación indebida fue conocida casi des- de el principio por José Clavijo (1726-1806), por entonces director de facto del Real Gabinete tras la muerte de Dávila (1786). Clavijo separa a Bru del proyecto en marzo de 1790, pero este se nie- ga a ser sustituido y solicita que se le aumente el sueldo. Ante el desafío, Clavijo se lo hace saber a Manuel de Godoy, primer ministro de Carlos IV, en dos cartas fechadas en 11 de diciembre de 1794 y en 24 de febrero de 1795 donde indica explícitamente que “Bru no ha trabajado nunca en la colección de peces”; añadiendo que los dibu- jos fueron entregados por Sáñez a Floridablanca y que “Bru no ha tenido más parte que la de hacer grabar, estampar e iluminar lo que hay ejecutado”. Y aunque Bru fue desenmascarado inmediata- mente por Clavijo y quedó constancia de que su único papel en el asunto fue el de simple subcon- tratista con la escandalosa pretensión de ocupar el puesto que le correspondía al infortunado Mi- guel Cros (que nunca más volvería a aparecer), solo a partir de las investigaciones de López Lina- ge y Juan Carlos Arbex (1991), y de Isabel Fajar- Salmonete Mullus surmuletus (LINNAEUS, 1758) ACN11OB/001/04611 “Aún hoy, en muchas biografías y catálogos, Bru sigue figurando como autor de las aguadas y estampas, y es considerado una de las figuras más destacadas del diseño de peces del Dieciocho español”

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