NaturalMente 25

4 n atural mente 25 ç sumario Suscríbete Consulta aquí todos los números de NaturalMente Vanguardista, tertuliano, conferenciante, provocador: el inclasificable Ramón En 1888 nacía en Madrid uno de los escritores más inclasificables de nuestra literatura: Ramón Gómez de la Serna. Ramón, como llegó a ser co- nocido, fue un autor prolífico que escribió más de un centenar de libros y un sinfín de artículos pe- riodísticos. Entre su vasta producción literaria hay obras de todos los géneros. Biografías de grandes personajes, como Goya, El Greco, Óscar Wilde o Ramón del Valle-Inclán, las cuales, lejos de ser es- tudios académicos al uso, le servían –como hacía en todas sus obras- para dar rienda suelta a su desatada imaginación. En 1948 publicó su autobio- grafía, que tituló Automoribundia . Es autor asimismo de numerosas novelas, que eran un auténtico cóc- tel donde mezclaba humor, absurdo, surrealismo y poesía con una furibunda originalidad y un talento literario indiscutible. Cultivó también el ensayo, el teatro, la crónica costumbrista, que en él era todo menos puro costumbrismo, y una nueva forma li- teraria de su invención: la greguería. Dejó también sus impresiones sobre las famosas tertulias del café «Pombo» a las que él dio vida y que se prolongaron de 1914 a 1937. Las greguerías son una forma literaria que creó Ramón Gómez de la Serna. A medio camino entre la poesía y el chiste, abarcan temas que van desde la muerte al costumbrismo. Como no podía ser de otra forma, entre sus greguerías también encontramos multitud de referencias al mundo natural. En estas líneas recordamos esta gran figura literaria y sus conexiones con el mundo natural. Gustaba asimismo Gómez de la Serna de dar charlas que a menudo eran auténticas performan- ces . En ellas tan pronto aparecía haciendo una lectura sentado en un trapecio en el circo Price en Madrid como subido a un elefante en el Cir- que d´Hiver de París, rodaba un monólogo en El Retiro, donde se enfundaba una fantástica mano postiza, o realizaba una visita nocturna al Museo del Prado. Al estallar la Guerra Civil se exilió a Argentina, país donde fue muy popular y en el que murió en 1963, tras regresar por un breve período a España. Ramón, personaje ajeno a con- venciones, contradictorio, imaginativo, lúdico y provocador, fue un genuino representante de las vanguardias literarias que recorrían la Europa de entreguerras y dejó honda huella en la literatura española, tanto en la generación del 27 como en autores más modernos, por ejemplo Francisco Umbral, quien dijo de él: «Ramón es la literatura en estado puro». La greguería, hallazgo genial y“maldición” del escritor Ramón ha pasado a la posteridad ante todo como el genial creador de la greguería, que es – en palabras de su autor- «lo que gritan los seres confusamente desde su inconsciencia». Original forma literaria donde se unen la metáfora y el humor, las greguerías tienen a menudo una sin- gular profundidad que alcanza un valor casi me- tafísico. Lirismo, comicidad, surrealismo e ingenio se combinan en estas formas creativas que im- pregnarían toda su obra literaria, hasta el punto de que Jorge Guillén dijo, refiriéndose a él: «en Ramón Gómez de la Serna en el Circo Price en 1923 // Luis R. Marín.

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