NaturalMente 27

31 n atural mente 27 ç sumario Suscríbete Consulta aquí todos los números de NaturalMente Cada granito de arena… Desde los comienzos del estudio de los restos fósiles pertenecientes a individuos más antiguos de nuestro linaje (homininos) y hasta hace muy poco tiempo, el cráneo era la estructura que recibía más atención por parte de los investiga- dores. En consecuencia, otras estructuras como la columna vertebral cayeron en el olvido. Sin embargo, puesto que en Paleoantropología las grandes muestras sobre las que realizar nuestros análisis brillan por su ausencia, los investigadores empezaron a centrar su atención no solamente en el cráneo sino en cualquier fragmento fósil, por pequeño que fuera, que pudiera añadir in- formación sobre los modos de vida de nuestros ancestros. De este modo, la aparición de nuevas metodologías y la idea de que no solo el cráneo era informativo sobre la paleo-ecología de los in- La evolución humana, conocer cómo fueron nuestros ancestros es, por razones obvias, la especialidad de la paleontología que más interés genera entre la gente. Cada nuevo descubrimiento, por pequeño que sea, aporta más información, pero el número de fósiles disponibles no es infinito. Hace ya décadas que los especialistas en paleoantropología ampliaron su perspectiva, muy centrada en el estudio de los cráneos hasta la década de los 80, profundizando en el análisis de otras partes del esqueleto de las especies que precedieron a la nuestra. En este artículo Carlos A. Palancar nos cuenta todo lo que los equipos de investigación pueden llegar a descubrir sobre una especie a partir de sus vértebras cervicales. dividuos antiguos de nuestro linaje, permitieron que otras partes del esqueleto empezaran a re- cibir la atención que se merecían. Este es el caso de la columna cervical, el cuello. La importancia del cuello La columna cervical, compuesta de 7 vérte- bras, conecta el cráneo con el esqueleto post- craneal, por lo que es una estructura que tiene que llevar a cabo importantes tareas. Las vérte- bras cervicales son el lugar de anclaje de distin- tos músculos del cuello que permiten mover la cabeza y los miembros superiores. Además, la columna cervical es la responsable de que po- damos orientar la vista hacia los diferentes es- tímulos. Estas tareas se llevan a cabo de manera distinta según el hábitat típico de cada especie. Por ejemplo, los miembros superiores deben ser mucho más móviles en el caso de una es- pecie de primate arborícola que en el caso de otra cuyo hábitat sea la sabana puesto que en el último, el uso de los brazos no tendrá una relación directa con la locomoción. Por este motivo, gracias a la morfología de la columna cervical, podemos inferir el método locomotor o la postura corporal de individuos que cono- cemos a través de sus fósiles. Paleoantropología y cervicales En este contexto, son varios los investigado- res que han analizado la morfología de las vér- tebras cervicales en busca de respuestas acerca de la paleoecología de nuestros ancestros. Uno de los primeros trabajos en relacionar la forma de las vértebras cervicales con la función del cuello fue el de Adolph H. Schultz , hace ya 78 años. Sin embargo, la línea de investigación que Schultz abrió sólo se continuó en trabajos es- Ejemplo de hitos de referencia tomados sobre una vértebra cervical (C3) para su posterior análisis.

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