NaturalMente 27

34 n atural mente 27 ç sumario Suscríbete Consulta aquí todos los números de NaturalMente nuestro laboratorio. Lamentablemente, este jo- ven hominino sólo preserva su séptima vértebra cervical por lo que no podemos hacer un análi- sis completo de su cuello, pero sí que podemos analizar en profundidad esta vértebra, que tiene la particularidad de ser la que conecta el cuello con el tórax. La edad de El niño de Nariokotome sigue sien- do discutida pero se estima que rondaría los 12 años de edad. Por este motivo, en nuestros análisis, incluimos individuos tanto adultos como juveniles de la especie H. sapiens y de chimpan- cés, para hacer una comparación de la forma de ambas especies con la presentada por el famoso juvenil de H. ergaster . Además de encontrarnos que el tamaño de la séptima vértebra cervical de El niño de Nariokotome es mayor que el de los juveniles de humanos actuales, encontramos que su desarrollo sería más temprano. Los juveniles de la especie H. ergaster habrían alcanzado en su totalidad el desarrollo de sus vértebras cervica- les en una etapa similar a los chimpancés, tiempo antes del cual alcanzan la maduración las vérte- bras de los juveniles de nuestra especie. Es decir, el patrón de crecimiento de la especie H. ergas- Representación de un Neandertal (izquierda) frente a un humano moderno (derecha), donde se aprecian las principales diferencias morfológicas entre estas dos especies (Fuente: Quora.com) Séptima vértebra cervical (C7) de El niño de Nariokotome. ter sería más rápido que el que presentamos los humanos modernos. Cada granito de arena… cuenta Como hemos visto, cada granito de arena cuenta y gracias al estudio de vértebras cervi- cales aisladas, somos capaces de aportar infor- mación muy valiosa para el conocimiento de nuestro pasado. Ahora sabemos que el cuello Neandertal tendría una morfología distinta a la nuestra, probablemente más estable y menos móvil, a pesar de ser más derivado que el nues- tro. Además, hemos añadido información acerca del patrón de crecimiento del famoso niño de Nariokotome. Si seguimos sumando granitos de arena… ¿podremos llegar a saberlo todo de nuestros ancestros? n “Del H. ergaster conocido como niño de Nariokotome sólo se preserva su séptima vértebra cervical, la que conecta el cuello con el tórax, pero su análisis ha permitido inferir que el patrón de crecimiento de esta especie era más rápido que en la nuestra”

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