NaturalMente 31

16 n atural mente 31 ç sumario Suscríbete Consulta aquí todos los números de NaturalMente Septiembre 2021 María Benedito obtuvo la plaza de disecador del Laboratorio de Taxidermia en Madrid, lo cual supuso que la familia Benedito se mudara a la capital y cerrara el taller ubicado en la calle Corregeria 24 deValencia para abrir un nuevo taller en la calle D. Ramón de la Cruz 12 en Madrid. José María trabajó durante décadas en el museo de Ciencias creando la mayor colección de aves jamás realizada. La finura, la gracia, la exactitud de las formas y el movimiento que imprimía a los ejemplares que montaba reproduciendo sus hábitats naturales, lo convirtieron pronto en un maestro internacional de la disciplina. Tal vez mi grupo de aves predilecto es sin duda el de los abejarucos con las galerías en tierra en las que nidifican. Este montaje además tuvo mucha repercusión en su época, sien- do portada de la revista Ibérica en 1920. En diciembre de 1958 el diario ABC dedicaba dos páginas al Museo Nacional de Ciencias Naturales de Madrid y una de sus ilustraciones fue precisamente, la vitrina de los abejarucos. Aparte de trabajar para el museo, José María Benedito realizó varias colecciones privadas entre las que cabe destacar la colección del duque de Medinaceli o la del duque de Alba. Los cuatro hermanos Benedito, artistas siempre, tuvieron una relación muy estrecha, fo- mentada por una dedicación común a todo lo que representa el arte como expresión del espíritu humano. Esa dedicación se manifestaba en todos los aspectos del trabajo y la vida familiar. Los hermanos taxidermistas siempre se ayudaban el uno al otro, con el mayor, José María, guiando a Luis, y Luis asistiendo a su hermano en lo que necesitara. Entre la multitud de obras que llevaron a cabo en su profesión, hay que destacar la naturalización de un elefan- te africano en 1930, un ejemplar magnífico que batió todos los récords y cuyo montaje sigue formando parte de la historia urbana madrileña.Además de taxidermista extraordinario, Luis se destacó toda su vida por ser un gran escultor de bronces. Junto con la dedicación y amor por el arte, los hermanos siempre compartieron su pasión por la vida y una extraordinaria habilidad para apreciar y disfrutar de todo lo que ofrece. Eran famosas las reuniones familiares para cocinar paellas que, como buenos valencianos, constituían uno de los platos favoritos de la familia “Entre la multitud de obras que llevaron a cabo en su profesión, hay que destacar la naturalización de un elefante africano en 1930, un ejemplar magnífico que batió todos los récords y cuyo montaje sigue formando parte de la historia urbana madrileña” José Luis Benedito Bruño con cuatro años en el Estudio de María de Molina. José Luis fue la 4ª ge- neración de taxidermisas y trabajó siete años en el Museo Nacional de Ciencias Naturales.

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