NaturalMente 31

17 n atural mente 31 ç sumario Suscríbete Consulta aquí todos los números de NaturalMente Septiembre 2021 tivaciones profesionales a la realización de los 28 dioramas del Museo de la Caza del Palacio de Rio- frío, realizado en los años sesenta, obra cumbre de su trabajo y su arte como taxidermista. Hasta su muerte, tuvo su taller fijo en la Calle Juan Pérez Zúñiga de Madrid, donde recibía los trofeos de los más selectos clientes cazadores de la época. Muchos de ellos llegaban al estudio de José Luis para dejarle el trofeo y conversar con él sobre caza y taxidermia. En 1965 fue nombrado Comendador de la Or- den de Isabel la Católica. Disfrutó de su trabajo a lo largo de su vida, siempre me lo decía. Fue un marido ejemplar, un abuelo maravilloso, detallista con todos nosotros y a la vez autocrítico consigo mismo, pues no consentía que saliera de su taller un trabajo mal hecho. En el ámbito personal, mi abuelo fue tanto para mi hermano como para mí un padre, la persona que, junto con mi abuela, nos enseñó el maravi- lloso mundo de la naturalización de animales, así como la historia de la familia. Recuerdo perfectamente la primera vez que fui con él al Museo de la Caza del Palacio de Riofrío y pude contemplar la magna obra que realizó du- rante cinco años de su vida. Ese día me di cuenta de que mi abuelo era un artista en mayúsculas. Todos los hermanos estudiaron fuera de Espa- ña, con el objetivo de complementar y ampliar su educación con una perspectiva que incluyera las técnicas más avanzadas y el entorno cultural eu- ropeo prevaleciente en sus respectivas artes. Ma- nuel en Roma,Venecia y los Países Bajos, y Rafael y Luis en Alemania. La tercera generación de la rama de taxidermia la continuó mi abuelo, José Luis Benedito López. Luis Benedito falleció en 1955 dejando a su hijo José Luis un legado que para entonces era muy difícil superar.Tuvo la suerte de contar con el apo- yo de Julio Patón, discípulo de Luis Benedito, cuya presencia en el estudio fue fundamental para su- plir la ausencia de su padre y afianzar en el joven José Luis las enseñanzas paternas. Benedito López, mi abuelo, fue un taxidermista polifacético, ya que fue el único capaz de hacer tanto aves como mamíferos, realizando verdade- ras obras maestras en cuanto a lo referente a las aves. Por ello llegó a ser, sin duda, el taxidermista más completo de su familia, demostrando a lo lar- go de su vida que era capaz de hacer obras maes- tras, tanto en aves como en mamíferos. José Luis no continuó el camino de sus ante- cesores en el ámbito de los museos de ciencias, pero sí que dedicó sus mayores esfuerzos y mo- José María Benedito Mendoza, iniciador de la saga, fundó en 1870 el primer taller de taxidermia en Va- lenica. “Además de un artista completamente dedicado a su obra, Benedito Mendoza hizo notables esfuerzos para establecer pautas de trabajo que contribuyeron a profesionalizar la profesión e inspiraron profundamente a sus descendientes”

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