NaturalMente 31

49 n atural mente 31 ç sumario Suscríbete Consulta aquí todos los números de NaturalMente Septiembre 2021 pados temáticamente. Los once pri- meros usan como hilo conductor las anécdotas vividas en el museo y nos permiten conocer, entre muchas otras cosas, qué animales sufren de flatulencias en el reino animal; dónde se puede comprar un tiranosaurio y cuánto cuesta; cómo funciona el mer- cado negro de los fósiles; cómo se ali- menta a un oso hormiguero en cau- tividad; qué es el canibalismo sexual; cuáles han sido los usos cosméticos del arsénico; las aventuras de piratas y naufragios en que se vio envuelto el fundador del museo; cómo se si- guen momificando mascotas hoy en día; cómo se sabe a qué dinosaurio pertenece un hueso fósil; cuánto po- dían llegar a medir las mandíbulas de un megalodón; cuáles han sido los robos más sorprendentes y absurdos perpetrados en los museos de his- toria natural de todo el mundo; los secretos de la taxidermia; los anima- les de leyenda; la sorpresa de algunos visitantes adultos al enterarse por primera vez de la teoría de la evolu- ción o la conexión del museo con el universo Harry Potter. El último capí- tulo está dedicado a los efectos de la pandemia de Covid-19 en el Museo. Si le gustan los libros de divulgación, desea conocer aspectos desconoci- dos para la mayoría sobre los entre- sijos de un museo de historia natural, de las piezas que lo componen, de las especies animales que pueblan sus sa- las y de las anécdotas que jalonan su historia, y ha soñado alguna vez con tener a su disposición un ejército de voluntariosos guías, educadores, cien- tíficos, investigadores e historiadores entregados, conducidos por un cice- rone decidido a mostrarle todo ello de una manera entretenida e incluso divertida, no deje de leer este libro. Tengo que agradecerle a Santiago Merino Rodríguez, el hasta hace poco director del MNCN, el haber escrito un prólogo tan maravilloso. Les dejo con las palabras finales del mismo: «En estas páginas podrán ustedes su- mergirse en las salas de los museos con la curiosidad de una niña y la sorpresa de un adulto, para descubrir múltiples aspec- tos que quizás se les habían pasado por alto cuando pasearon por nuestras salas. Después de leerlo, estoy convencido de que querrán volver a visitarnos, para es- cudriñar de nuevo las vitrinas y compro- bar que el mejor modo de aprender es dejar que vuele la imaginación. Créanme: disfrutarán con cada página y, sobre todo, aprenderán muchísimo. No dejen nunca de ser curiosos» n Hombre sentado en las mandíbulas de un Carcharodon megalodon (1909). Museo Americano de Historia Natural

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