NaturalMente 37

3 n atural mente 37 ç sumario Suscríbete Consulta aquí todos los números de NaturalMente Marzo 2023 Andrés Barbosa, el señor de los pingüinos Hasta hace muy poco,Andrés Barbosa Alcón, que dedicó su vida a la investigación vinculada con las aves, era nuestro compañero. Su primer contacto con el MNCN fue cuando realizó su tesis en la que exploraba las adaptaciones de aves limícolas a su medio. Al terminar su tesis, en 1994, viajó a la Antártida por primera vez entrando en contacto con las aves a las que dedicó gran parte de su vida: los pingüinos. Tras un periplo por varios centros de inves- tigación que le llevaron desde Almería a París pasando por Noruega estudiando aves de zo- nas semidesérticas, golondrinas o al escriba- no nival, Andrés se trasladó definitivamente a Madrid, al Departamento de Ecología Evolutiva del MNCN donde recuperó la línea de estudio de pingüinos antárticos. Estas aves que en lugar de volar nadan, le llevaron a liderar varios pro- yectos de investigación relativos al efecto de las fluctuaciones climáticas, la afluencia turísti- ca, la explotación pesquera o las enfermedades sobre sus colonias. Estableció estudios a largo plazo para monitorear los efectos del clima so- bre poblaciones de pingüinos en la Antártida, proyectos que han quedado huérfanos de su principal impulsor. A finales del año pasado Andrés estaba reali- zando los preparativos para la campaña antár- tica 2022-2023 cuando cayó enfermo. Eso no impidió que se encargara de que el viaje saliera adelante para que sus colaboradores pudieran realizar la campaña de 2023 y continuar reco- pilando datos para el proyecto. Andrés tuvo además el tesón y la paciencia para ocuparse de impulsar el conocimiento cien- tífico realizando tareas de gestión en organis- mos nacionales e internacionales. Así, participó en distintos comités ejecutivos de asociaciones y organismos científicos como la Sociedad Espa- ñola de Biología Evolutiva (SESBE), la Sociedad Española de Ornitología (SEO/Birdlife), el comi- té científico de investigación antártica (SCAR) o este mismo museo del que fue vicedirector de investigación varios años. Puso además todo su empeño en divulgar su ciencia y, siempre que se lo pedían, escribía ar- tículos divulgativos, asesoraba científicamente a revistas como NaturalMente , ofrecía conferencias en colegios, institutos o universidades o parti- cipaba en documentales y reportajes sobre su trabajo. No contento con todo esto, era también capaz de encontrar tiempo para dedicar sus ra- tos libres a actividades como la pintura o la mú- sica, tocaba el saxofón en la Big BandToni , o llevar la bufanda de su adorado Atlético de Madrid a los lugares más recónditos del planeta. El 30 de enero fue un pésimo día para la ciencia en general y para el Museo Nacional de Ciencias Naturales en particular, porque ese lunes supi- mos que Andrés Barbosa, que llevaba tiempo lu- chando contra el cáncer, había fallecido. Muchos sabíamos que estaba enfermo, pero siempre tu- vimos la esperanza, en gran medida alentada por su actitud positiva y luchadora, de que todo iba a salir bien. No fue así. Andrés, tu familia y tus innumerables amigos y colaboradores ya te echamos de menos. La cien- cia ha perdido a uno de sus investigadores más brillantes y el mundo a un defensor de la natu- raleza. Nuestra labor ahora debe ser compartir tu legado y mantenerlo vivo siempre en nuestra memoria. Santiago Merino y Xiomara Cantera “Andrés era, además de un gran científico, un excelente ser humano”

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