NaturalMente 42

16 17 42 Junio 2024  Sumario  Accede a todos los números Suscríbete tártico es también un tesoro nutritivo: es una fuente rica de nutrientes, minerales y vitaminas. ¿Quién hubiera pensado que un crustáceo tan pequeño podría ser tan valioso? Estas cualidades nutritivas hacen que el kril sea también objetivo de pesca del ser humano, ya que se utilizan extractos de kril como complementos nutricionales. ¿Son importantes los microorganismos marinos? Como en todos los ecosistemas, no solo tenemos que dar importancia a lo que podemos ver a simple vista, ya que, aunque puedan pasar desapercibidos, los microorganismos desempeñan un papel crucial en la Antártida, pues contribuyen directamente a su funcionamiento y equilibrio. Por ejemplo, son alimento de otros seres vivos: en concreto en la Antártida, el fitoplancton (un microorganismo fotosintético, que se asemeja a plantas microscópicas y que vive en la superficie del mar), es el alimento principal del kril. De igual forma, los microorganismos pueden ser también los “chefs” que preparan la comida a otros seres vivos. Por ejemplo, los Kril antártico, Euphausia superba. El kril es un crustáceo con aspecto de gambita o camarón, de unos 4-5 cm, que puede vivir hasta 7 años. Esta especie de kril es endémico de la Antártida y se calcula que su biomasa mundial es de más de 400 millones de toneladas / Mireia Mestre microorganismos heterótrofos marinos descomponen detritos y facilitan el reciclado de nutrientes, que después serán consumidos por el fitoplancton. Además, los microorganismos pueden también vivir asociados a los animales. A continuación, os explicamos más sobre ello. ¿Y si entendemos el kril y los microorganismos como un solo “ser”? Actualmente sabemos que los animales y sus microorganismos asociados son en realidad un sistema en equilibrio biológico. Esta visión se ha resumido en un concepto: el holobionte, que es el conjunto que incluye tanto al organismo huésped (en este caso, el kril) como a sus microorganismos asociados (por ejemplo, los microorganismos que encontramos en su exoesqueleto, o en su sistema digestivo). Todos los animales que conocemos son en realidad holobiontes, pues están repletos de microorganismos, tanto dentro como fuera de su cuerpo. De hecho, nosotros mismos, como seres humanos, somos también holobiontes. Los microorganismos que habitan los huéspedes no son simples viajeros polizones, sino que tienen un papel clave: contribuyen en la salud, el desarrollo y las funciones vitales de sus hospedadores. En nuestras investigaciones, hemos visto que el kril posee una asombrosa diversidad de microorganismos en su cuerpo, formando comunidades complejas, donde cada microorganismo lleva a cabo una función vital. Desde el estómago hasta las heces, cada parte del kril es como un pequeño “micromundo”. Lo más sorprendente de todo esto es que incluso la dieta del kril puede influir en su microbioma, creando un mosaico de vida en su interior. También hemos visto que estas comunidades microbianas son dinámicas, pues varían según el ambiente y su localización. Por eso, conociendo el microbioma del kril, podemos saber más sobre su salud, y de los vínculos con su ambiente. En definitiva, cada pieza de este rompecabezas, desde los diferentes nichos ecológicos presentes en su cuerpo hasta las distintas regiones geográficas en las que habita el kril, nos brinda una perspectiva única de la vida microscópica existente en el océano Antártico. ¿Pero nosotros, cómo podemos estudiar estos microorganismos? En nuestro grupo de investigación estudiamos los microorganismos presentes en el kril y en el agua marina que los rodea. Para ello, nos ayudamos de grandes buques oceanográficos, que nos permiten navegar por este océano bravo y gélido. Sin embargo, hay que tener en cuenta que ni los mejores buques rompehielos podrían atravesar el hielo marino invernal, por lo que las expediciones antárticas suelen realizarse en la época del verano austral, donde la capa de hielo es más fina o ha desaparecido, y permite a los investigadores navegar por el océano Austral y también llegar a las bases científicas antárticas. Gracias a estos buques y la tecnología preEjemplar de salpa antártica: Salpa thompsonii / Mireia Mestre El kril antártico, Euphausia superba es uno de los pilares tróficos en la Antártida. Lo que afecte a sus poblaciones tendrá un efecto directo en niveles tróficos superiores. Es lo que se conoce como efecto bottom-up

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