NaturalMente 43

El éxito del plan de Renaturalización del río Manzanares demuestra que es posible revertir la degradación ambiental y recuperar la biodiversidad perdida 8 9 43 Septiembre 2024  Sumario  Accede a todos los números Suscríbete El río Manzanares a su paso por el Real Sitio de El Pardo también ha sido objeto de un proyecto de restauración coordinado por la Dirección General del Agua y la Confederación Hidrográfica del Tajo, con el objetivo de lograr su recuperación ambiental en dicha zona. Este proyecto, que sigue en proceso, busca mejorar el estado ecológico del río para mitigar los efectos del Cambio Climático y favorecer una conectividad fluvial efectiva entre la zona urbana de Madrid y su periferia, a fin de consolidar un corredor ambiental a lo largo de todo el cauce del río. Recuperación de la fauna nativa de peces del río Manzanares Una vez restaurado el hábitat el siguiente paso debe centrarse en la recuperación de las poblaciones naturales de la fauna que históricamente habitaba en el Manzanares, tanto de vertebrados como invertebrados. En algunos casos, especialmente aquellas especies que tienen dispersión activa, como aves o insectos, la colonización del Manzanares ha sido gradual a medida que el hábitat se ha adecuado para estas especies. Por el contrario, otros organismos como los peces de agua dulce necesitan medidas de conservación adicionales para que su recuperación en el Manzanares sea factible, ya que la movilidad de estas especies hacia otras cuencas hidrográficas está condicionada por su biogeografía. Es decir, son especies confinadas a sus ríos específicos, cuyos procesos evolutivos están asociados a factores geológicos y climáticos de configuración de las cuencas fluviales. Por lo tanto, una vez extintas sus poblaciones, es muy difícil que vuelvan a recolonizar esas áreas de forma natural. De esta forma, también a propuesta del Ayuntamiento de Madrid y en colaboración con Consultores en Biología de la Conservación (CBC), se han llevado a cabo actuaciones encaminadas a reforzar las poblaciones naturales de cuatro especies de peces nativas, probablemente desaparecidas en el río hoy día, en varias localidades de la zona urbana y periurbana del Manzanares. Estas cuatro especies son la bermejuela, la boga, el cacho y la colmilleja. El Museo Nacional de Ciencias Naturales - CSIC participa de la mano de Ignacio Doadrio, Silvia Perea, Lourdes Alcaraz y Alfonso López en la evaluación del éxito de estas acciones de refuerzo mediante análisis del ADN ambiental presente en el agua, una técnica novedosa que recoge el material geDe arriba a abajo: boga de río (Pseudochondrostoma polylepis) y bermejuela (Achondrostoma arcasii) / Ignacio Doadrio nético liberado al medio por los diferentes organismos a través de heces, sangre, tejido, escamas desprendidas o gametos durante el periodo reproductivo. Tras el procesado de las muestras en el laboratorio es posible identificar y diferenciar taxonómicamente las distintas especies presentes en el medio. Esto convierte esta técnica en un método no invasivo y muy eficaz para monitorizar los organismos acuáticos. Los resultados obtenidos en este primer año de análisis han mostrado que la ictiofauna del río Manzanares a su paso por Madrid está compuesta por once taxones, de los cuales cuatro son nativos de la fauna ibérica y siete son exóticos. Los taxones nativos identificados fueron la bermejuela, el barbo común y un tercer taxón que pertenece o bien al cacho o al calandino. En este caso no se ha podido concretar la especie ya que ambas especies pertenecientes al género Squalius comparten ADN mitocondrial. Además, se detectó la presencia del gobio, una especie no originaria de la cuenca del Tajo, traslocada desde los ríos del norte de España a principios de los 80s. Lamentablemente, a pesar de los esfuerzos de repoblación y de que fue una de las especies más comunes en la zona de Mingorrubio y El Pardo durante los años 80 (ver Colección de Ictiología del MNCN), la colmilleja parece estar actualmente extinta en el Manzanares. Paralelamente, el número de especies exóticas detectadas fue elevado, presentando algunas de ellas como el alburno, el percasol y la gambusia, abundancias relativas muy altas. Mientras que la presencia de otras especies exóticas como el pez gato, el lucio o la pseudorasbora (Pseudorasbora parva) es más limitada. Conclusiones Las acciones de restauración fluvial y la repoblación de especies nativas son esenciales para recuperar los ecosistemas acuáticos. Sin embargo, estos esfuerzos deben ir acompañados de una mejora continua en la calidad del agua y del entorno fluvial. El éxito del Plan de Renaturalización del río Manzanares demuestra que es posible revertir la degradación ambiental y recuperar la biodiversidad perdida. Continuar en esta línea de actuación, con un enfoque integrado que aborde tanto la restauración del hábitat como la calidad del agua, asignatura todavía pendiente, es fundamental para garantizar la viabilidad a largo plazo de nuestros ríos y los servicios ecosistémicos que nos ofrecen  De izquierda a derecha: toma de muestra de agua; laboratorio para análisis de ADN ambiental y centro de cría en cautividad / Alfonso López Solano

RkJQdWJsaXNoZXIy ODk0OTk=