1
n
atural
mente 6
ç sumario“Invertebrados como insectos,
arácnidos, miriápodos o
moluscos encuentran refugio
en las paredes, al igual que
sucede con reptiles como la
salamanquesa común”
una fábrica de la periferia de Torrelavega (San-
tander). Lo más llamativo es que el seguimiento
de esta colonia ha permitido observar cómo los
chorlitejos han abandonado progresivamente las
áreas con un hábitat más adecuado para la cría y
se han concentrado en zonas con una mayor ac-
tividad humana, donde hay menos depredadores.
La biodiversidad urbana se nutre de los espa-
cios naturales que las ciudades aún conservan,
como bosques, humedales, etc. Los ríos son par-
ticularmente interesantes ya que constituyen un
elemento diversificador. Cuando los ríos no han
sido intervenidos por el hombre, la sedimenta-
ción fluvial puede dar lugar a sotos y pequeñas
islas de limos y arenas, que son colonizados por
la vegetación natural y una fauna muy diversa.
Pensemos en el río Guadalquivir a su paso por
Córdoba y en los Sotos de la Albolafia, cataloga-
dos como Monumento Natural. En este peque-
ño espacio 120 especies de aves, la mayoría de
ellas protegidas, encuentran un lugar en el que
vivir o recalar en distintas épocas del año. Junto
a diversas anátidas, garzas y limícolas, encontra-
mos también especies marinas, como gaviotas y
cormoranes, sin olvidarnos del colorido martín
pescador,
Alcedo athis
. Llaman la atención tam-
bién las nutrias,
Lutra lutra
, que pueden ser ob-
servadas por los paseantes.
En el año 2020 se espera que el 80% de la po-
blación europea viva en ciudades. Por eso debe-
mos trabajar para crear ciudades más verdes y
más amables. Es lo que persigue la red mundial
de ciudades biofílicas impulsada por un grupo de
investigadores de la Universidad deVirginia, cuyo
objetivo es integrar la naturaleza en la vida urba-
na. Una de las ciudades de la red es Vitoria-Gas-
teiz, que ya fue elegida Capital Verde de Europa
en 2012. La fuerte apuesta de la ciudad vasca por
la restauración y recuperación del paisaje agro-
forestal de su periferia urbana es un ejemplo a
seguir por aquellas ciudades en las que el asfalto
sigue siendo el principal protagonista
n
Zona industrial de Madrid / Xiomara Cantera
Arriba: Cotorra argentina,
Myiopsitta monachus,
una
especie invasora que ha colonizado masivamente al-
gunas ciudades / Jesús Juez.
“Los terrenos baldíos,
generalmente dispersos en
la trama urbana, ofrecen
multitud de microhábitats
(suelo desnudo, escombros,
maderas…), que en ocasiones
son colonizados por especies
raras o exóticas”
una rica biodiversidad que debemos cuidar. Por
ejemplo, en Birmingham se estudiaron cuatro
parques sometidos a una fuerte intervención hu-
mana y se vio que reunían un 18% del total de
las especies de insectos inventariadas, mientras
que en cuatro solares abandonados esta cifra se
elevaba al 82%.
Además, un lugar inhóspito como es un recinto
industrial, también permite disfrutar de la pre-
sencia de un ave tan atractiva como el chorlitejo
chico,
Charadrius dubius
. Es el caso de la colonia
nidificante de este pequeño limícola ubicada en