NaturalMente17

48 n atural mente 17 ç sumario www.naturalmentemncn.org Para recibir un correo electrónico cuando salga el próximo número o darnos tu opinión escríbenos a naturalmente@mncn.csic.es tornos semiáridos (Murcia y Ciudad Real), uno mediterráneo (Évora), uno templado (Oporto) y dos alpinos (Jaca y Madrid). En 2014 el equipo de investigadores preparó 192 charcas con alre- dedor 100 kg de sedimento del área de estudio cada una y 1000 litros de agua, también de la zona. Desde entonces las comunidades que ya tenían el sedimento y el agua originales, se han ido de- sarrollando y manteniéndo con el sol y la lluvia. “Hasta ahora hemos trabajado tomando datos del desarrollo de las comunidades y, a partir de las mediciones de estos tres años, hemos esta- blecido un punto de referencia a partir del cual aplicaremos dos efectos sobre los estanques ar- tificiales”, detalla el Dr. Miguel Matias, que trabaja en el MNCN con un contrato Ramón y Cajal , y que coordina el componente experimental de este proyecto desde el inicio. “En un tercio de las charcas simularemos la tropicalización del am- biente incrementando tanto la cantidad de agua disponible, como su temperatura. En un segundo tercio simularemos el efecto de la desertificación elevando la temperatura del agua mientras que dejamos bajo las condiciones ambientales el últi- mo tercio de los estanques”. Desde que se instalaron las charcas hay senso- res que registran datos de la temperatura cada 30 minutos, una medida que se toma regularmente para tener comparativas con la simulación de los procesos de desertificación y tropicalización. Obtención de datos Cada charca es un ecosistema cerrado, una co- pia de cómo funcionaría una laguna natural. Lo que pretenden es analizar las diferencias entre los estanques de una misma instalación y de las dis- tintas instalaciones.A partir de la red trófica que se desarrolla en cada charca se puede establecer su macroestructura. Caracterizar el ecosistema, comparar su dinámica para, más adelante, extra- polar los resultados a hábitats más complejos. “Vamos a estudiar y reconstruir las redes tró- ficas energéticas que se crean en los gradientes climáticos: Cuál es la cantidad de herbívoros, depredadores, necrófagos... Luego los compara- remos para analizar diferencias entre ambientes, predecir el número de especies que habrá en cada ecosistema en función de la energía (sol y agua) y establecer perfiles”, explica Cátia Pereira, estudiante de doctorado de Araújo y Matías. “Si con la aplicación de calor los hábitats de las zonas más frías se acercan a las de áreas más “Cada charca es un ecosistema cerrado. A partir de la red trófica que se desarrolla en cada una se puede caracterizar su ecosistema para, más adelante, extrapolar los resultados a hábitats más complejos” Para esta investigación se han preparado seis instalaciones con 32 charcas artificiales en cuatro gradientes climáticos diferentes De izquierda a derecha las insta- laciones de Toledo, Évora y Jaca que representan un ecosistema árido, uno atlántico y otro alpino. / Cátia Pereira y Migue Matías

RkJQdWJsaXNoZXIy ODk0OTk=