NaturalMente 22

76 n atural mente 22 ç sumario Suscríbete Consulta aquí todos los números de NaturalMente “Muchos profesores promovieron las excursiones escolares, una práctica fundamental para afianzar la capacidad de observación de los alumnos y el conocimiento directo de la naturaleza” las ciencias naturales fueron los profesores de ciencias naturales pensionados por la Junta para Ampliación de Estudios e Investigaciones Cien- tíficas que presidía Santiago Ramón y Cajal. Las trayectorias de 25 de ellos, tanto en su faceta de docentes como en la de investigadores, han sido presentadas en el libro Aulas abiertas y en el sitio web JAEeduca. Diccionario de profesores de instituto vinculados a la JAE ( 1907-1936). Casi todos fueron relevantes actores de la interna- cionalización de la ciencia española en el primer tercio del siglo XX. La labor renovadora de ese grupo de profeso- res, vinculados estrechamente al Instituto-Escuela de la JAE y al Museo Nacional de Ciencias Na- turales se manifestó, por ejemplo, de la siguiente manera. Muchos de ellos promovieron las excursio- nes escolares, una práctica fundamental para afianzar la capacidad de observación de los alumnos y el conocimiento directo de la natu- envío al extranjero de catedráticos de instituto para que dispusiesen de medios e instrumentos con los que ponerse al día de los avances del conocimiento. Por otra parte creando en 1918 un centro piloto para formar el profesorado de los institutos y ensayar nuevos métodos pedagó- gicos, denominad o Instituto-Escuela de segunda enseñanza, dirigido científica y administrativa- mente por la JAE. El año pasado se celebró su centenario con una exposición en el MNCN , un libro-catálogo y u n ciclo de conferencias . Tal y como se sostiene en el libro Aulas moder- nas , a principios del siglo XX comenzaron a pro- liferar iniciativas desde diferen- tes instancias para comba- tir la indo- lencia en Caja con preparaciones histológicas realizadas por alumnos del Instituto-Escuela. Sección Retiro du- rante el curso 1930-1931. las aulas, y estimular la renovación de las prác- ticas docentes y la transmisión adecuada de los conocimientos. Una de ellas fue la decisión to- mada por Ignacio Bolívar de llamar a su lado en 1904 al que había sido catedrático de Historia Natural del Instituto de Valencia, Emilio Ribera, quien en sus años levantinos había dado mues- tras de su talante renovador y de su afán de su- peración, sufragando, por ejemplo, de su propio bolsillo un viaje a Chicago en 1893 para asistir a un congreso pedagógico. Como jefe adminis- trativo, Ribera –tal y como mostrase Santiago Aragón e n Aulas modernas – , desempeñó un pa- pel importante en la reorganización del MNCN a principios del siglo XX y favoreció la intensifi- cación de su interacción con los centros oficiales de segunda enseñanza. Ese afán se plasmó en la real orden de 16 de marzo de 1904. En ella se establecieron las bases para la concesión de pre- mios pecuniarios a los catedráticos de instituto que mostrasen una mayor predisposición a cola- borar con el Museo en sus tareas docentes e in- vestigadoras. Durante una década se otorgaron 78 recompensas. Los agraciados representaban los profesores de ciencias naturales más diná- micos existentes en los institutos españoles en aquella coyuntura histórica. Otro colectivo significativo de docentes que contribuyó a renovar la didáctica y a dise- minar nuevos métodos en la enseñanza de

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