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atural
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ç sumarioEn mayo del pasado año 2012 el Zoo-Aquarium de Madrid entregó,
en concepto de donación, unos especímenes taxidermizados de
panda gigante al Museo Nacional de Ciencias Naturales. Estos
pandas no eran unos ejemplares cualquiera, sino el grupo familiar
que mantuvo el zoo entre 1978 y 1996, y que incluía tanto al
popular Chulín, uno de los animales más mediáticos que ha tenido
el Zoo-Aquarium, como a su madre, Shao-Shao. Tras una necesaria
restauración, el museo los expone ahora integrados en el módulo
de conservación de la exposición permanente Biodiversidad.
“Pertenecen al Orden
de los Carnívoros, pero
se alimentan en un
99% de bambú, así que
podemos decir que son
carnívoros prácticamente
herbívoros”
Las peculiaridades de los pandas. Un paso
hacia adelante y otro para atrás
Los pandas son osos pecu-
liares que, en ciertos aspec-
tos, se salen de lo habitual en
su grupo zoológico. Se puede
decir que han dado un paso
más que sus parientes, al
menos en alimentación y en
utilización y anatomía de sus
patas anteriores. Eso sí, en un
tema van hacia adelante y en
otro hacia atrás.
Pertenecen al Orden de los carnívoros, pero se
alimentan en un 99% de bambú, aunque su dieta
también incluye ocasionalmente frutos, pequeños
mamíferos, peces e insectos; así que son carnívoros
prácticamente herbívoros. Si bien es cierto que los
osos están entre los carnívoros con dieta omnívora
más diversa, que incluye vegetales, los pandas han
dado un paso más, pero hacia atrás y sufren las con-
secuencias: tienen que dedicar la mayor parte de su
tiempo a masticar bambú, hasta 12 horas diarias,
para compensar un sistema digestivo de carnívoro
y, por tanto, poco eficaz para
asimilar nutrientes de vegeta-
les.
Para su alimentación mani-
pulan los tallos de bambú con
las patas delanteras, haciéndo-
los pasar por un surco situado
entre las dos almohadillas de
la palma de éstas. Con gran
destreza repiten la operación.
Destreza que llama la atención
en un animal que posee unas garras, en principio,
mas adaptadas para correr y desplazarse que para
manipular tallos de plantas. El desconcierto aumen-
ta cuando uno se percata de que manipula los tallos
gracias a lo que parece un pulgar flexible y opuesto
al resto de los dedos, que le confiere cierta capaci-
dad prensil para sujetar el tallo y arrancar las hojas.
Y ya deja perplejo cuando se cuentan los dedos de
esas hábiles garras delanteras y se llega hasta seis.
¿Los pandas tienen seis dedos?
Y con esto pasamos a la otra singularidad del
panda, la anatómica. La existencia de un pulgar
oponible, flexible y funcionalmente versátil es
una de las características sobre las que se ha
asentado el éxito evolutivo del ser humano, al
Mano de panda mostrando el surco plantar y el falso
pulgar. En el recuadro la misma mano de oso pardo .
Foto Gustavo Fernández Duque