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n
atural
mente 7
ç sumarioMe llamo Daniel Hontecillas y soy paleontó-
logo, es decir, me dedico a, según me han dicho
por ahí alguna vez, “desenterrar bichos muer-
tos”. Supongo que no les falta razón pero hay
mucho más detrás de esa afirmación… Todavía
me acuerdo de mi primera experiencia en cam-
po, fue en 2008 cuando aún estaba estudiando
la carrera de Geología, en el yacimiento pa-
leontológico de Somosaguas (Madrid) (de hace
De izquierda a derecha: Batallones 3 en los últimos días de la campaña de 2015, un fósil encontrado en el yacimiento marcado con chinchetas para evitar que sufra daños. Un
paleontólogo toma medidas de la posición del fósil encontrado en Batallones 10.
14 Ma., Mioceno Medio). Es curioso como algu-
nas cosas se quedan grabadas en nuestra men-
te y una de ellas, fue ver la gran carpa blanca
del yacimiento y a mucha gente excavando. ¡Era
como en las películas!
En Somosaguas pude aprender las técnicas
básicas de excavación: (1) excavar en horizon-
tal, intentando hacer superficies lisas y horizon-
tales para detectar rápidamente los fósiles (la
teoría es fácil pero al principio costó cogerle
el “tranquillo”); (2) limpiar muy bien tu zona
de excavación, para evitar convertir al fósil en
“polvos mágicos”; (3) localizar cada fósil que
se encuentra con una chincheta de color; o (4)
ubicar cada fósil en un sistema de coordena-
das X, Y y Z (la profundidad). Estas últimas se
introducen en gráficos que permiten conocer
la distribución espacial de los fósiles, y que pue-
den servir para otros estudios paleontológicos.
Más tarde, acudí al yacimiento paleontológico
del Cerro de los Batallones (Torrejón de Ve-
lasco, Madrid), donde llevo colaborando con el
equipo de investigación siete años. De los diez
yacimientos que componen el Cerro de los
Batallones, siempre he excavado en Batallones
¿Por qué decide uno pasar sus vacaciones rodeado de
sedimento, o sea, polvo y arena, bajo un sol abrasador,
en lugar de ir a una playa paradisiaca? Fácil, porque la
paleontología engancha y las excavaciones más. Así nos lo
cuenta Daniel Hontecillas que lleva años colaborando en el
yacimiento del Cerro de los Batallones.