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atural
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ç sumarioRinocerontes, tortugas gigantes, osos, jirafas, hienas, caballos,
tigres dientes de sable, rapaces… a menos de 50 km de Madrid hay
escrito un completo registro fósil de la fauna de la zona durante
el Mioceno que cientos de paleontólogos, geólogos y estudiantes,
entre otros, llevan leyendo 25 años. Es el yacimiento del Cerro de
los Batallones, un tesoro de la paleontología mundial
Nada. No se ve nada. He seguido todas las indi-
caciones, girado correctamente en cada rotonda y
hasta he llegado al camino de tierra, pero aquí no
hay nada. Llevo media hora sobre mi moto pre-
guntándome qué hago yo a las once y media de la
mañana bajo el ardiente sol de uno de los 28 de
julio más calurosos de los que se tiene registro.
He llegado a un camino de tierra que debería
conducirme a uno de los yacimientos paleonto-
lógicos más representativos de la fauna del Mio-
ceno pero el camino se bifurca entre los campos
de cultivo, no tengo más indicaciones que seguir
y yo no veo nada más que un entorno muy árido
y algún pinar aislado bajo un sol abrasador.
Como no sé cómo continuar me siento en
una sombra a esperar a que pase alguien que
me pueda indicar mientras me pregunto qué
llevará a los paleontólogos a elegir el mes más
caluroso del año para llevar a cabo la campaña
anual de excavación. Pasa un camión enorme
pero al conductor eso del Cerro de los Ba-
tallones ni le suena. Sigo esperando mientras
hago algunas pruebas con la cámara de fotos.
El tiempo parece parado, tan parado como el
aire. He decidido esperar con calma porque,
en algún momento, alguno de los paleontólo-
gos que trabajan en el yacimiento pasará por
allí. Al poco rato mi paciencia se ve recom-
pensada porque, justo cuando comenzaba a
Batallones 10 a la izquierda sin gente, a la derecha con los paleontólogos trabajando