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atural
mente 7
ç sumariodesesperar, aparece Jorge Morales, el director
de la excavación.“Sígueme” es todo lo que me
dice cuando le hago señas.
Tras un periplo, digamos, poco recomendable a
menos que quieras sufrir una insolación, me en-
cuentro con un montón de gente almorzando que
me señala una tela verde y me dicen: “ahí está el
yacimiento, ve a echarle un vistazo si quieres”. Pese
al cansancio acumulado, mi expectación es grande.
Me acerco con la cámara en la mano, me asomo
y descubro un agujero en la tierra marcado con
una cuadrícula de cuerdas, chinchetas, cojines, pe-
queños martillos, brochas y poco más. Acalorada
y algo desanimada, hago unas cuantas fotos en las
que no termino de saber bien qué encuadrar y
espero pacientemente a que alguien me explique
qué tiene de especial ese hueco en la tierra cubier-
to por una lona verde.
Termina el almuerzo de los excavadores y
Manuel Hernández Fernández, profesor de
la Universidad Complutense de Madrid, que
trabaja en Batallones desde 2001, me lleva de
nuevo a ese ‘agujero en la tierra’.
Desde la parte superior del yacimiento co-
mienza a explicarme qué están haciendo y a
describirme cada fósil. De pronto aquello se
transforma y descubro los restos de un an-
tílope, la cabeza de un antecesor del caba-
llo, las costillas de una jirafa. Las chinchetas
siguen llamando mi atención pero, gracias a
las explicaciones de Manuel, descubro que
cada pequeño marcador revela un fósil. Un
fósil que unas veces es un solo hueso y otras
forma parte de un grupo de huesos o incluso
de un esqueleto completo.
Así, lo que al principio me pareció una acu-
mulación sin sentido de polvo y arena, se va
convirtiendo en un complejo conjunto de her-
bívoros. Los paleontólogos ya han vuelto de su
almuerzo y en un ambiente relajado, en el que
no faltan la música, las risas y las bromas, tra-
bajan con exquisito cuidado descubriendo cada
uno de los restos que permanecen escondidos
en esta tierra dura y seca.
Estamos en uno de los 9 yacimientos que for-
man el conjunto paleontológico y mi perplejidad
va en aumento. El área que circunda los dife-
rentes yacimientos está formada por sepiolita,
un mineral formado por silicato hidratado de
magnesio con gran capacidad para absorber la
humedad. Casi todo el mundo conoce su aplica-
ción como arena para gatos pero también se uti-
liza como absorbente industrial y aislante térmi-
co. De hecho fue la empresa Tolsa, que se dedica
“Me asomo
con la cámara
al yacimiento
y descubro un
agujero en la tierra
marcado con una
cuadrícula de
cuerdas, chinchetas,
cojines, pequeños
martillos, brochas
y poco más”
Un rincón de Batallones 10 durante el descanso de los exca-
vadores
Un paleontólogo desentierra un fósil de
Hipparion
, un género
extinto de caballos.