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atural
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un correo electrónico cuando salga el próximo númeroo
darnos tu opinión escríbenos a
naturalmente@mncn.csic.es www.naturalmentemncn.orgPor increíble que parezca hay un elevado nú-
mero de especímenes ingresados en colecciones
científicas que se encuentran a la espera de ser
descritos y recibir un nombre científico, pues
pertenecen a especies desconocidas para la cien-
cia. Esto hace que las colecciones sean una fuen-
te casi inagotable de nuevos hallazgos científicos,
incluso cuando las especies que se describen ya
se hayan extinguido en la naturaleza.
Estos archivos históricos de la vida del planeta
no carecen de dinamismo, están implicados en la
generación de conocimiento científico de forma
continua y creciente. Cada vez son más diver-
sos los campos de investigación que dan uso a
las colecciones científicas, por ejemplo aquellos
implicados en estudios sobre taxonomía, siste-
mática, evolución biológica, ecología, conserva-
ción, genética, biodiversidad, etc; por lo que cada
espécimen puede ser reinterpretado por cada
investigador que lo examine.
Es el caso de la colección de muestras fósiles
de Burgess Shale, un yacimiento cuyos diversos
“Vivimos inmersos en una
crisis de biodiversidad con
unas políticas que dificultan
el estudio de las especies
y favorecen su extinción,
pero es vital evitar que las
colecciones se deterioren”
“Las colecciones son una
fuente casi inagotable de
nuevos hallazgos. Hay miles
de especímenes ingresados en
colecciones que se encuentran
a la espera de ser descritos y
recibir un nombre científico”
y abundantes organismos fosilizados del perío-
do Cámbrico se rescataron por primera vez en
1909 en las montañas rocosas canadienses de la
Columbia Británica. Allí se encontraron organis-
mos que presentaban una amplia gama de planes
anatómicos surgidos en un lapso minúsculo de
tiempo (pocos millones de años). Almacenados
en las colecciones durante décadas nadie se es-
peraba su potencial oculto, hasta que fueron es-
tudiados, revisados y reinterpretados a partir de
la década de los 60 por Harry B. Whittington,
Conway Morris y Derek Briggs que demostra-
ron al mundo que la historia de la vida difería de
las ideas preconcebidas acerca de la evolución.
Esto sugiere que todavía otros hallazgos posible-
mente de gran calibre siguen a la espera de ser
descubiertos en cualquier colección de historia
natural y que pueden perderse con el deterioro
de éstas y la falta de taxónomos.
Actualmente, vivimos inmersos en una crisis
de biodiversidad con unas políticas que dificultan
el estudio de las especies y favorecen su extin-
ción, y donde la creciente falta de taxónomos,
afecta al progreso científico.
En conclusión, muy lejos de la visión estática
que se pueda tener de las colecciones de histo-
ria natural, los continuos hallazgos que se dan
en ellas pueden llegar a revolucionar incluso la
concepción de la evolución y de la vida misma.
Las colecciones de historia natural, cobran es-
pecial relevancia para estudiar la biodiversidad
del planeta y los problemas a los que nos en-
frentamos
n
Uno de los armarios donde se conserva la colección
de malacología del MNCN. / Servicio de Fotografía
del MNCN