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n
atural
mente 6
ç sumarioDomingo Badía y Leblik
Simón de Rojas Clemente
Domingo Badía y Leblik (1766-1818) fue un
ilustrado que vivió a caballo entre los siglos XVIII
y XIX. Persona polifacética y de gran cultura, ejer-
ció como militar, explorador, espía, arabista,…y
era poseedor de vastos conocimientos en astro-
nomía, física, filosofía e historia natural.
rey Carlos IV. Godoy le brinda su apoyo, pero
realmente su intención era la de utilizar el ca-
rácter científico del viaje como una tapadera, ya
que pretendía, por medio del espionaje y la in-
triga, instaurar en el Sultanato de Marruecos un
gobierno favorable a los intereses de la Corona
española.
Como preparación del viaje, Domingo Badía y
Simón de Rojas emprendieron en 1802 un pe-
riplo por Europa.Visitan París y Londres, adqui-
riendo aparatos científicos imprescindibles para
las observaciones (termómetros, sextantes, brú-
julas, telescopios…), recorren los museos y jardi-
nes botánicos de estas ciudades, donde realizan
cursos de botánica y zoología y contactan con
grandes investigadores de la época como Banks
y Cuvier. Durante este periodo de tiempo, Simón
de Rojas se dedica principalmente a adquirir y
recolectar ejemplares biológicos (herbarios y
colecciones zoológicas), y Domingo Badía a las
relaciones públicas, ya que está mucho más inte-
resado en los aspectos políticos y de espionaje.
“Es posible que las 249
especies de moluscos
que incluía la colección
de Badía y Rojas se
puedan localizar dentro
de la actual colección
de malacología del
MNCN-CSIC”
En los primeros años del siglo XIX, Domingo
Badía concibió un proyecto de viaje científico y
de exploración por el norte de África y Oriente
Medio, desde Marruecos hasta Arabia. Para tal fin
era necesario que aprendiera árabe, por lo que
comenzó a asistir a las clases de don Simón de
Rojas Clemente (1777-1827), quien además de
botánico, zoólogo y geólogo, era profesor de ára-
be y hebreo en la Universidad. Poco después de
conocerse le ofreció participar en la futura ex-
pedición, propuesta que Rojas Clemente aceptó
con gran entusiasmo.
En 1801, Domingo Badía presenta el proyecto
a Manuel Godoy, apodado el “Príncipe de la Paz”,
que en aquellas fechas era el primer ministro del