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un correo electrónico cuando salga el próximo númeroo
darnos tu opinión escríbenos a
naturalmente@mncn.csic.es www.naturalmentemncn.orgEn cada centímetro cuadrado del planeta que habitamos bulle la vida. En el suelo fértil, en cada
milímetro cúbico de agua de un estanque, de un río o del mar; en el dosel de un árbol de un bosque
tropical o templado, o incluso en los hábitat más extremos como las fosas marinas, los manantiales
termales o la superficie de las rocas de la Antártida bulle la vida y se pueden encontrar organismos
vivos. Es la Biodiversidad, una asombrosa y complejísima amalgama de genes, especies y ecosistemas
que sustentan y componen la vida. Los taxónomos se encargan de descubrir, nombrar, catalogar,
describir y clasificar esa Biodiversidad pero ¿cómo?
En el planeta que habitamos, quizás como
resultado de afortunadísimas y únicas circuns-
tancias, bulle de vida. Hay millones de orga-
nismos que son el resultado de la evolución,
desde el lejanísimo día en que la materia iner-
te se reorganizó con la capacidad de crecer
y auto replicarse. La taxonomía se ocupa de
asignar nombres a las entidades biológicas y
disponerlas en un sistema ordenado o clasifi-
cación que, idealmente está basado sobre las
relaciones evolutivas de los organismos. Es una
ingente tarea que, a pesar de que comenzó a
realizarse de modo generalizado hace casi 300
años, en la época del naturalista sueco Carl
Linnaeus (1707-1787), está aún muy lejos de
completarse.
Sin taxónomos, otros grandes campos científi-
cos de la biología, como la ecología, no tendrían
sentido o estarían inmersos en la penumbra, ya
que se sustentan sobre la luz que la taxonomía
les aporta. A pesar de esta evidencia la taxono-
mía es un campo científico poco valorado por el
público u otros científicos.
De acuerdo a datos recientes se habrían des-
crito alrededor de 1.7 millones de especies
( IUCN2014) pero no conocemos con preci-
sión cuántas forman parte de la Biodiversidad.
Algunas estimaciones afirman que el 86% de las
El autor con una trampa
“Malaise” para la captura de
insectos voladores instalada
en el Centro Científico Hui-
nay, en la Patagonia chilena. /
Carolina Martín.
especies terrestres y un 91% de las marinas aún
no han sido descritas. Son muchas las causas que
explican que la tarea esté inacabada: la enor-
midad de la misma, la escasez de taxónomos y,
sobre todo, los métodos y procedimientos que