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atural
mente 4
ç sumarioFluorita de la Collada (Asturias). Caras de rombododecaedro rugosas y
caras de cubo lisas en lugar de brillantes.
racterísticos de minerales específicos como,
por ejemplo, las maclas en cruz de estaurolita,
el pico del estaño de la casiterita, las torres
hexagonales de aragonito, las puntas de flecha
del yeso, la cruz de hierro de dos dodecae-
formas arborescentes que parecen plantas fó-
siles.
También son frecuentes las combinaciones de
formas cristalográficas de formas geométricas
diversas. Por ejemplo, un cristal de dolomita-
teruelita está compuesto de un romboedro de
caras lisas con un pinacoide de caras rugosas o
un cubo de fluorita de caras lisas puede estar
combinado con un rombododecaedro de caras
rugosas
Otras veces, durante el crecimiento de un
cristal quedan incluidos cristales de otros com-
puestos atrapados en su interior formando in-
clusiones, como se observa frecuentemente en
cristales transparentes naturales de colores vis-
tosos que se tallan como gemas. La observación
de estas inclusiones al microscopio es muy inte-
resante ya que permite identificar si la gema es
natural o sintética y, ocasionalmente, discernir
Agujas de celestina sobre siderita (Pilar de Jaravia, Pul-
pi, Almeria)
“La definición tradicional
de hábitos y texturas de
minerales y rocas facilita
la descripción de los
minerales para cualquier
actividad o aplicación
docente o tecnológica”
“Frecuentemente
se produce el
crecimiento
simultáneo de
gran cantidad de
cristales, estas
acumulaciones se
denominan agregados
cristalinos, que son
mucho más frecuentes
que los cristales bien
formados”
dros pentagonales de pirita, la macla cíclica
del rutilo, el hexágono del crisoberilo, etc.
La superficie de las caras de los cristales casi
nunca son completamente planas; al observarlas
con detalle y buena iluminación se ven mates,
ásperas, excavadas, rayadas, escalonadas, curvas,
etc… Frecuentemente, los cristales presentan
figuras de corrosión y canales huecos, como se
observa, por ejemplo, en apatitos o berilos. Las
figuras esqueléticas de cristales se producen
cuando estos crecen más deprisa por las aristas
y por los vértices que por el centro de las caras,
como se observa en las tolvas de cloruro só-
dico de las halitas o las dendritas de pirolusita,
formadas por el crecimiento rápido de micro-
cristales de óxido de manganeso que originan