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n
atural
mente 7
ç sumarioLos fósiles no sólo son para el verano
Una imagen cada vez más común en los me-
dios de comunicación durante el tórrido verano
es la de sufridos paleontólogos, muchos de ellos
estudiantes, excavando en los yacimientos de fó-
siles patrios. Poco a poco la paleontología se va
haciendo un hueco en las noticias, especialmente
si los protagonistas del evento son dinosaurios,
neandertales o afines.
Naturalistas, filósofos y otros personajes curio-
sos de la antigüedad ya se habían fijado en los res-
los esqueletos completos de animales fósiles, como
el megaterio,
Megatherium americanum,
que se ex-
hibe en el MNCN.
El registro fósil es una preciosa hemeroteca.
Sin él no podríamos seguir el relato de la histo-
ria de la vida en la Tierra ni comprender la evo-
lución; los fósiles desempeñaron un importante
papel en el desarrollo de la teoría de Darwin.
Gracias a los fósiles podemos conocer qué ani-
males y plantas habitaron la Tierra antes que
nosotros, cómo, cuándo y dónde fueron apare-
ciendo, y cómo la vida en el Planeta se alteró
bruscamente en cinco ocasiones, dando lugar a
extinciones masivas.
Emociona ver un fósil
in situ
, en la roca. Es una sen-
sación similar a contemplar un cuadro pintado hace
siglos; es recrear otra época y otro ambiente.Tras ex-
cavar pacientemente asoman los restos de un orga-
nismo que vivió en este lugar hace millones de años y
al que el azar dio la oportunidad de perpetuarse.Tras
morir quedó enterrado y aislado del aire,el agua y los
microorganismos. Pasó de ser un ser vivo a una roca;
una fascinante transición entre la biología y la geología.
También puedes disfrutar de la paleontología sin salir al campo,sólo tienes que dar una vuelta
por tu ciudad y observar atentamente los monu-
mentos, las paredes de los edificios, las aceras…
Te sorprenderás de la cantidad de vestigios de
épocas pasadas que puedes encontrar. Además,
esto puedes hacerlo durante todo el año
n
Carmen Martínez
@cmlchaotos petrificados que dejaban algunos organismos.
Fue precisamente Plinio quien acuño en el siglo I el
término fósil -derivado del latín
fossilis
- para refe-
rirse a los objetos extraídos de la tierra.Aunque el
interés por los fósiles como elementos útiles para
datar y correlacionar estratos geológicos es ante-
rior al siglo XX, no es hasta comienzos del pasado
siglo cuando la paleontología alcanza el rango de
ciencia.Y lo hace de la mano de Georges Cuvier,
que utiliza la anatomía comparada para reconstruir
Una de las entradas del Teatro
Arriaga, en Bilbao. Las losas son
de “Rojo Ereño”, una caliza del Cre-
tácico. Las formas circulares son fósiles
de rudistas, un grupo de bivalvos extinto que
formaban bancos arrecifales en aguas poco pro-
fundas. /
@Paleourbana